TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Más allá de ser un “juguete” que entretiene a los infantes, la plastilina es una herramienta poderosa que puede sacar a relucir un potencial ilimitado en el desarrollo cognitivo y emocional.
Desde tiempos inmemoriales, esta arcilla de todo uso ha estado presente en la mayoría de las infancias. Pedagógicamente, la plastilina es un juego que “potencia la imaginación de los alumnos y les permite explorar y afianzar sus habilidades motrices finas”, explicó la maestra de preescolar, América Girón.
Aunque, si lo vemos desde un punto de vista psicológico, esta inofensiva mezcla tiene gran incidencia en “el factor emocional porque les permite expresarse sin tener que hacerlo forzosamente de forma verbal”, enfatizó la psicoterapeuta Anjannette Gavarrete.
Ambas expertas coinciden en que los avances de los más pequeños son altamente perceptibles.
En la escuela, por ejemplo, marca el punto de partida de la escritura, asegura Girón, puesto que estimula los músculos imprescindibles para mejorar el agarre de la crayola y consecuentemente el del lápiz, “es por eso que siempre implementamos la plastilina al inicio del ciclo académico”, agregó la docente.
Esto aun cuando el material no se limita a un aula de clases, sino que puede ser utilizado como parte de actividades terapéuticas que mantengan a los niños en un estado de relajación, sin perder la diversión.
Como recomendación a padres y educadores, Gavarrete compartió que “dejen a los niños expresarse libremente, con las figuras que crean, para que exploten su creatividad, imaginación y expresión emocional”.
Otras actividades usando plastilina
Entre los dos y tres años los infantes ya están listos para iniciar a modelar sus primeras figuras con plastilina, pues ya tienen la suficiente destreza manual para poder manipularla. Recuerde que siempre deben estar bajo la estricta supervisión de un adulto.
Creación de escenarios: Aquí los niños deben crear un escenario de su historia favorita. Pueden moldear personajes, paisajes y objetos. Les ayudará a desarrollar sus habilidades narrativas.
Letras y números: Instruya a los pequeños a que formen letras y números con el material para mejorar la destreza manual y fortalecer el aprendizaje de la lectoescritura y la numeración.
Estructuras: Desafíe a los niños a construir una torre solo con plastilina para fomentar la resolución de problemas, análisis y otras habilidades de planificación.
Diseño de emociones: Moldeen juntos diferentes expresiones faciales que representen diversas emociones para que reconozcan los términos, y mejoren su inteligencia emocional y empatía.