TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Cualquiera que conviva o haya convivido de cerca con niños pequeños podrá constatar que algunos suelen mostrar una fascinación especial por los dinosaurios.
Desde saberse de memoria las principales características de las distintas especies e incluso llegar a distinguir las eras geológicas en que habitaron, hay un interés evidente por conocer cada vez más sobre este tema. La gran incógnita es ¿por qué?
En la psicología se utiliza un concepto conocido como intereses intensos para referirse a la preferencia, motivación o pasión de parte de los niños por objetos, actividades o temas específicos, fenómeno que suele desarrollarse en edades muy tempranas y, además, es más común en los niños que en las niñas. Es como si sintieran una curiosidad desmedida y a veces obsesiva por saber todo sobre algo en concreto.
La psicóloga Diana Lozano explica que “este juego lúdico, trasladado de generación en generación, es el favorito de muchos niños varones según las tendencias establecidas por los roles de género, generalmente entre los tres y seis años, cuando potencian la imaginación. Sus neurotransmisores están trabajando en el proceso de adquisición de aprendizaje desde la fantasía”.
La experta menciona que, si bien se trata de opciones de entretenimiento, los dinosaurios son parte de una realidad histórica que genera suma curiosidad por su carácter de grandeza. “Son seres aguerridos que les demuestran fuerza y cognitivamente van asociados al espejismo de lo que ellos mismos desean ser”, adjudica.
Por otra parte, también los ayudan a entender el ciclo de la vida. “Los niños se interesan por saber cómo funcionan estas especies desde su nacimiento, alimentación, convivencia en comunidades y las razones de su muerte, convirtiéndose luego en fósiles que engrandecen sus fantasías. Es, para ellos, una manera de ver el inicio de la vida y el final de esta”, destaca.
Es una pasión que les trae beneficios
Además de enriquecer su vocabulario y aumentar su conocimiento sobre un tema específico, su pasión por los dinosaurios los favorece en:
Habilidades. Mejoran el desarrollo de habilidades relacionadas con el procesamiento de la información, la atención y la perseverancia.
Estrategias. Su interés por los dinosaurios brinda información sobre qué estrategias utilizan para acercarse tanto a temas que les apasionan.
Razonamiento. Son niños que no se limitan a un conocimiento superficial y tienen más facilidad para desarrollar el pensamiento crítico.
¿Relación con autismo?
“Recordemos que en el trastorno neurológico de personas y niños con autismo, uno de los principales síntomas es que no socializan o les cuesta mucho hacerlo. Adentrarse en el mundo de los dinosaurios, un tema que pocos comparten, les evita permanecer en constante convivencia. La ausencia del lenguaje les parece parte del juego, pues lo único que emiten los dinosaurios son grujidos. Además de ser juguetes silenciosos, y la textura y el poco brillo que tienen los vuelve más amenos hacia la irritabilidad que pueden presentar en el oído y la vista”.
