TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Si como propósito de Año Nuevo se fijó hacer del ejercicio parte de su estilo de vida, este no es momento de que considere tirar la toalla.
En la media común, las personas que no han logrado el hábito de practicar actividad física con regularidad, siendo una de las más populares hoy en día asistir al gimnasio, la motivación suele ir en picada pasadas las primeras semanas. ¿Sabe por qué?
Motivos comunes
Una de las principales razones detrás del abandono de esta meta es la falta de planificación y establecimiento de objetivos claros. Muchos se entusiasman con la idea de hacer ejercicio, pero no visualizan adecuadamente cómo integrarlo en su rutina diaria. Esto puede llevar a la procrastinación y, finalmente, a la desistencia.
Además, las expectativas poco realistas también desempeñan un papel importante en este fenómeno. Algunas personas esperan ver resultados rápidos y dramáticos después de comenzar un programa de ejercicio. Sin embargo, cuando este efecto no se materializa tan rápido como esperaban, al menos no de manera visible, la desmotivación se hace presente.
La falta de tiempo es otra barrera común que enfrentan quienes intentan mantener un régimen de vida más saludable. La agenda diaria agitada suele dificultar la incorporación regular de ejercicio. Los pocos lapsos de tiempo libre se vuelven limitantes mayores, sobre todo cuando hay otras responsabilidades cuya prioridad es mayor.
El poco apoyo y motivación también puede contribuir al abandono de este y cualquier otro propósito. Intentar mantener una rutina de ejercicio tiende a ser difícil sin el apoyo de amigos, familiares o incluso profesionales de la salud. El sentimiento de soledad en el proceso pueden hacer que sea más fácil querer retirarse antes de haberlo siquiera intentado.
Asimismo, las lesiones y molestias físicas que pueden surgir durante el entrenamiento también se convierten en un factor decisivo para desistir. Estas pueden hacer que sea difícil o doloroso continuar con el ejercicio, lo que conduce a muchos al abandono.
Estrategias útiles para no abandonar
Tras identificar las barreras en su camino hacia convertirse en una persona que hace ejercicio regularmente, encontrar estrategias para superarlas puede ayudar a mantener el compromiso y disfrutar de los beneficios de la actividad física a largo plazo.
Y además de fijarse metas que sean realistas y alcanzables, lo que implica definir objetivos claros y medibles, aquí otras ideas que puede poner en práctica.
Consejos para no desistir
- Encontrar disfrute en la actividad física es importante. Buscar formas de hacer ejercicio que realmente le gusten puede hacer que sea más fácil mantenerse comprometido a largo plazo. No todos tienen que adaptarse a un gimnasio.
- Elaborar un plan de ejercicio que se adapte a su estilo de vida y horarios es fundamental para mantener la consistencia. Trate de encontrar un equilibrio entre desafío y comodidad, evitando ejercitarse en exceso o sentirse abrumado.
- Contar con el apoyo de amigos, familiares o incluso un entrenador personal puede marcar la diferencia. Compartir sus metas y progresos con otros proporciona motivación adicional y crea un sentido de responsabilidad mutua.
- Y hay que reconocer que habrá días en los que se sentirá desmotivado o enfrentará obstáculos que dificulten el ejercicio. En lugar de rendirse ante ello, es crucial aprender a buscar formas de adaptarse sin tener que tirar la toalla.