TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Detrás de una sonrisa saludable hay más que un cepillado e hilo dental.
Las mejores prácticas de higiene oral pasan de ser acciones estrictamente estéticas a procedimientos que impactan en la salud integral. Las enfermedades que afectan las encías, por ejemplo, se han asociado a afecciones cardíacas, derrames cerebrales, diabetes, partos prematuros e inclusive alzhéimer.
De ahí lo esencial de volcarse a un cuidado dental exhaustivo y, claro, con sentido común. A modo de recordatorio compilamos los básicos de una correcta rutina bucal.
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En el caso del cepillado, hágalo de dos a tres minutos, pasando la misma cantidad de tiempo (30 segundos) en cada cuadrante de su boca. Sostenga su cepillo en un ángulo de 45 grados apuntando hacia las encías.
Además, debe cepillar todas las superficies de sus dientes (los costados y la superficie de masticación en la parte superior). ¿Y qué hay de la frecuencia del lavado? Se sugiere hacerlo al menos dos veces al día.
Por otro lado, asegúrese de usar hilo. Debe tomar 45 centímetros de esta seda y enrolle la mayor parte de la misma alrededor del dedo anular, dejando 3 o 5 cm de hilo para trabajar. Sostenga el hilo dental tirante entre los dedos pulgares e índices, y deslícelo suavemente hacia arriba y hacia abajo. Curve el hilo dental suavemente alrededor de la base de cada diente, asegurándose que pase por debajo de la encía.
Nunca golpee ni fuerce el hilo, ya que puede cortar o lastimar el delicado tejido gingival. Utilice secciones de hilo limpio a medida que avanza de diente en diente. A continuación siga leyendo más sugerencias.
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