Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP): incidencia, síntomas y tratamientos

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En las últimas semanas Stephanie comenzó a identificar algunos cambios en su cuerpo que la pusieron sobre alerta: irregularidades menstruales, dolores intensos de vientre y crecimiento de vello facial. También notó que se sentía más sensible emocionalmente.

Al principio creyó que quizá todo era producto de estrés, pero los síntomas no menguaban. Fue entonces que decidió agendar una cita con su ginecólogo para evaluar la posibilidad de que algo más estuviera ocurriendo. Así supo que se enfrentaba a un diagnóstico de Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP), un padecimiento que desconocía, pero que desde ya la atemorizaba.

La doctora Mariela Medina, especialista en ginecología y obstetricia, explica que este síndrome es una afección en la cual la mujer tiene niveles muy elevados de hormonas (andrógenos). Es causante de la manifestación de varios problemas y anomalías como resultado de este desequilibrio.

Los principales síntomas incluyen cambios en el ciclo menstrual, tales como: ausencia del periodo después de haber tenido uno o más ciclos menstruales normales durante la pubertad (amenorrea secundaria); así como periodos menstruales irregulares, que pueden ser intermitentes e ir desde muy ligeros hasta muy abundantes.

Además, la experta añade otras características como: mayor vello corporal que crece en el pecho, el abdomen y la cara, al igual que alrededor de los pezones; acné en cara, tórax o espalda; y cambios en la piel tales como marcas y pliegues cutáneos gruesos u oscuros alrededor de las axilas, la ingle, el cuello y las mamas.

Aunque gran parte de la población no está familiarizada con esta afección, la verdad es que su incidencia no es para nada un tema menor. La especialista informa que el SOP afecta a una de cada diez mujeres en edad fértil. “Es conocido como el trastorno endocrino metabólico más común entre las mujeres en edad reproductiva, afectando aproximadamente en un 5% a un 10% de todas las mujeres”, complementa.

En la actualidad, se ha relacionado con problemas ginecológicos, endocrinológicos, cardiovasculares y metabólicos en donde se encuentran patologías como obesidad, hipertensión, dislipidemia y diabetes mellitus tipo 2, enumera la experta.Por otra parte, la prevención sigue siendo una variante en desarrollo debido a que la causa exacta del Síndrome de Ovario Poliquístico se desconoce.

“Se sabe que ocurre cuando los ovarios o las glándulas suprarrenales femeninas producen más hormonas masculinas de lo normal. Esto causa crecimiento de quistes (cavidades llenas de líquido) en los ovarios”, esclarece Medina.

La ginecóloga apunta que el tratamiento para este síndrome se centra en controlar los factores que afectan a la paciente, que podrían incluir la infertilidad, el hirsutismo, el acné o la obesidad.

“Se considera fundamental una triple terapia que incluya: alimentación saludable, ejercicio físico y uso de medicamentos (que pueden ser hormonales e hipoglicemiantes orales) que el médico considerará en cada caso particular”, ilustra la experta.

“Se le debe recomendar a la paciente que baje de peso con una dieta reducida en calorías combinada con actividad física moderada. Incluso una reducción moderada del peso (por ejemplo, bajar del 5% al 10% del peso corporal) podría mejorar la eficacia de los medicamentos”, especifica.

Finalmente, para reducir los efectos de este padecimiento, la doctora recomienda:

-Mantener un peso saludable. Bajar de peso puede reducir los niveles de insulina y andrógenos. Esta pérdida de peso también favorece el restablecimiento de la ovulación.

-Reducir el consumo de carbohidratos. Las dietas con alto contenido de carbohidratos suelen hacer que los niveles de insulina aumenten. Elija carbohidratos complejos, que incrementan más lentamente los niveles de glucosa en la sangre. Estos se encuentran en frutas, verduras, cereales integrales y alubias (frijoles, porotos) y guisantes (arvejas, chícharos) secos o cocidos.

-Hacer actividad física. El ejercicio ayuda a reducir los niveles de glucosa en la sangre. Aumentar la actividad física diaria y hacer ejercicio de forma regular puede tratar o incluso prevenir la resistencia a la insulina. También ayuda a mantener el peso bajo control y evitar el desarrollo de la diabetes.

La doctora Medina explica que las pacientes con SOP que padecen ansiedad o depresión pueden tener niveles más bajos de ciertos neurotransmisores como la serotonina (un mensajero químico dentro del sistema nervioso que está asociado con los sentimientos positivos), y que juega un papel importante en el estado de la salud mental y emocional.