TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La buena higiene, el saneamiento y el agua salubre son insuficientes para detener las enfermedades infecciosas, la vacunación sigue siendo necesaria.
Su efectividad radica en la correcta administración en cuanto a las fechas, considerando factores como: la edad específica de riesgo de la enfermedad, la respuesta de la vacuna de acuerdo a la edad, la potencial interferencia de la inmunidad pasiva transferida por anticuerpos maternos y la situación epidemiológica de las enfermedades contra las que protegen las vacunas.
“En general, la importancia de aplicarlas en el tiempo establecido en el Esquema Nacional de Vacunación se basa en asegurar que la persona que siga el plan adquiera la protección necesaria contra las enfermedades de las que las vacunas protegen”, informó la doctora Ida Berenice Molina, jefa del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI).
En la suministración debe considerarse el esquema recomendado que posibilite el máximo de protección, manteniendo el espacio entre dosis. En Honduras el intervalo regular es de dos meses para las vacunas que se aplican a la población menor de un año de edad, lo que permite alcanzar altos niveles de anticuerpos al completar la serie primaria de alguna que requiera de dosis múltiples.
“El riesgo de no vacunar a un niño correctamente está relacionado a la no protección necesaria contra las enfermedades infecciosas, ya que algunas requieren la administración de más de una dosis para el desarrollo de una adecuada respuesta de anticuerpos, y otras necesitan de refuerzos periódicos para mantener la protección”, recalcó la especialista.
A nivel nacional
En toda la red de servicios del subsector público de salud se ofertan de manera gratuita las vacunas en 1,648 establecimientos de la Secretaría de Salud y 14 del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS). Este último vacuna a población beneficiaria y no beneficiaria.
En el subsector privado también se ofertan, salvo que tienen un costo para la población que accede a este servicio.
Su efectividad radica en la correcta administración en cuanto a las fechas, considerando factores como: la edad específica de riesgo de la enfermedad, la respuesta de la vacuna de acuerdo a la edad, la potencial interferencia de la inmunidad pasiva transferida por anticuerpos maternos y la situación epidemiológica de las enfermedades contra las que protegen las vacunas.
“En general, la importancia de aplicarlas en el tiempo establecido en el Esquema Nacional de Vacunación se basa en asegurar que la persona que siga el plan adquiera la protección necesaria contra las enfermedades de las que las vacunas protegen”, informó la doctora Ida Berenice Molina, jefa del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI).
En la suministración debe considerarse el esquema recomendado que posibilite el máximo de protección, manteniendo el espacio entre dosis. En Honduras el intervalo regular es de dos meses para las vacunas que se aplican a la población menor de un año de edad, lo que permite alcanzar altos niveles de anticuerpos al completar la serie primaria de alguna que requiera de dosis múltiples.
“El riesgo de no vacunar a un niño correctamente está relacionado a la no protección necesaria contra las enfermedades infecciosas, ya que algunas requieren la administración de más de una dosis para el desarrollo de una adecuada respuesta de anticuerpos, y otras necesitan de refuerzos periódicos para mantener la protección”, recalcó la especialista.
A nivel nacional
En toda la red de servicios del subsector público de salud se ofertan de manera gratuita las vacunas en 1,648 establecimientos de la Secretaría de Salud y 14 del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS). Este último vacuna a población beneficiaria y no beneficiaria.
En el subsector privado también se ofertan, salvo que tienen un costo para la población que accede a este servicio.