Sexo y pareja

Contacto físico con los niños: ¿qué tanto influye en su desarrollo?

Se trata del primer lenguaje de amor que los niños entienden. Los abrazos, besos y caricias les transmiten seguridad, apoyo y confianza en el mundo que los rodea
29.09.2023

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En el viaje maravilloso de la crianza, una de las herramientas más poderosas y subestimadas que padres y madres tienen a su alcance es el contacto físico con sus hijos.

Los abrazos, las caricias y el estímulo piel a piel no solo representan muestras de amor y afecto, sino que también desempeñan un papel crucial en el desarrollo emocional, social y físico de los pequeños.

Para empezar, el contacto físico es el primer lenguaje de amor que los niños entienden. Expresiones de este tipo les transmiten seguridad, apoyo y confianza en el mundo que los rodea. Son gestos que fortalecen el vínculo emocional entre ambas partes, creando una base sólida para una relación afectiva y saludable a largo plazo.

También tiene un impacto positivo en la salud física de los niños. Los abrazos y las caricias liberan hormonas que fortalecen el sistema inmunológico, reducen el estrés y promueven el bienestar general. Un niño que crece en un ambiente cargado de afecto físico tiende a estar más sano y resistente a enfermedades.

Asimismo, se contribuye al desarrollo cognitivo y emocional de los niños. A través del toque, los pequeños experimentan diferentes texturas, temperaturas y sensaciones, estimulando su sistema nervioso y desarrollo cerebral. Y aprender a interpretar las emociones a través del contacto físico es fundamental para su inteligencia emocional.

Dedicar tiempo y atención genuina, mostrando amor y apoyo a través del contacto físico y las interacciones positivas, es esencial en el proceso.

Es claro que el contacto físico es una forma de comunicación no verbal poderosa. Los abrazos reconfortantes, las palmadas en la espalda y las caricias expresan calidez, apoyo y comprensión cuando las palabras no son suficientes. Permiten a los niños expresar sus emociones y necesidades de una manera segura y amorosa.

Finalmente, no se trata solo de gestos de cariño, sino de una necesidad vital en la vida de los hijos. Los abrazos, mimos y caricias son la base de un futuro protegido, feliz y emocionalmente equilibrado para ellos.

¿Cómo mejorar el vínculo físico?

Existen alternativas para mejorar el vínculo entre padres e hijos a través del contacto físico. Pero hay que tener presente que cada niño es único, por lo que se vuelve esencial adaptar estas sugerencias según la edad, las preferencias y las necesidades de sus hijos.

Abrazos y cariños diarios. Establezca una rutina diaria para abrazar y mostrar cariño a sus hijos. Darles abrazos cálidos y expresiones de amor con frecuencia les transmite seguridad. Intente al despertar y antes de dormir.

Juego físico. Opten por juegos que impliquen contacto físico, como cosquillas, piruetas, carreras, luchas amistosas, o simplemente rodar por el suelo juntos. Estos momentos fomentan la conexión y la diversión.

Arte con las manos. Realicen actividades artísticas que involucren las manos, como pintura, modelado con plastilina o trabajar con arcilla. Esto retribuye la creatividad y el contacto físico a través de la manipulación de materiales.

Mindfulness o yoga. Introduzca prácticas de mindfulness o yoga en familia. Estas fomentan la conexión mente-cuerpo y pueden incluir ejercicios de estiramiento y contacto como abrazos grupales o masajes relajantes.

Es claro que el contacto físico es una forma de comunicación no verbal poderosa.