Los Ángeles, Estados Unidos
Un estudio realizado por Yaniv Efrati, del Beit Berl College, asegura que los adolescentes religiosos piensan más en el sexo que otros jóvenes.
'God, I Can't Stop Thinking About Sex! The Rebound Effect in Unsuccessful Suppression of Sexual Thoughts Among Religious Adolescents' (“¡Dios, no puedo dejar de pensar en el sexo! / El efecto de rebote en la represión de los pensamientos sexuales entre adolescentes religiosos”), es el nombre de la investigación que asegura que los adolescentes religiosos se sienten mal por pensar en sexo y que además sufren por ello.
Para obtener los resultados se realizaron tres preguntas a un total de 1, 500 jóvenes. La primera a 661 jóvenes e indicó que los adolescentes religiosos están más preocupados por el sexo que los no religiosos.
En la segunda interrogante se entrevistó a 522 personas. Con ella se conoció que los adolescentes religiosos se preocupan tanto por el sexo que esto llega a afectar su bienestar.
La última pregunta incluyó a 317 jóvenes. Los resultados reflejaron que los jóvenes en cuestión realmente se sienten culpables por pensar en el sexo, al tiempo que muestran comportamientos sexuales más compulsivos.
A manera de conclusión, Efrati, responsable de la investigación dijo. “Es muy importante que la sociedad religiosa discuta la sexualidad y la trate de manera correcta al comienzo de la adolescencia para prevenir el desarrollo de la conducta sexual compulsiva”.
Un estudio realizado por Yaniv Efrati, del Beit Berl College, asegura que los adolescentes religiosos piensan más en el sexo que otros jóvenes.
'God, I Can't Stop Thinking About Sex! The Rebound Effect in Unsuccessful Suppression of Sexual Thoughts Among Religious Adolescents' (“¡Dios, no puedo dejar de pensar en el sexo! / El efecto de rebote en la represión de los pensamientos sexuales entre adolescentes religiosos”), es el nombre de la investigación que asegura que los adolescentes religiosos se sienten mal por pensar en sexo y que además sufren por ello.
Para obtener los resultados se realizaron tres preguntas a un total de 1, 500 jóvenes. La primera a 661 jóvenes e indicó que los adolescentes religiosos están más preocupados por el sexo que los no religiosos.
En la segunda interrogante se entrevistó a 522 personas. Con ella se conoció que los adolescentes religiosos se preocupan tanto por el sexo que esto llega a afectar su bienestar.
La última pregunta incluyó a 317 jóvenes. Los resultados reflejaron que los jóvenes en cuestión realmente se sienten culpables por pensar en el sexo, al tiempo que muestran comportamientos sexuales más compulsivos.
A manera de conclusión, Efrati, responsable de la investigación dijo. “Es muy importante que la sociedad religiosa discuta la sexualidad y la trate de manera correcta al comienzo de la adolescencia para prevenir el desarrollo de la conducta sexual compulsiva”.