San José, Costa Rica
Se estima que la mayor parte de los casos de disfunción eréctil que aparecen en hombres de menos de 75 años tiene una causa psicológica.
El doctor en psiquiatría José Luis Salas, especialista en sexualidad de Pfizer, menciona que entre las causas psicológicas más importantes se encuentran los problemas de pareja, el “miedo a fallar”, una elevada ansiedad asociada al acto sexual o a la propia erección o la “obsesión” por rendir en el sexo, que hace que el acto se convierta más en una tarea que en una actividad placentera.
Todo esto provoca que se entre en un círculo vicioso, en el que cuánto más se esfuerza el hombre en lograr la erección, más aumenta su ansiedad, con lo que se hace más difícil que la erección aparezca de forma espontánea.
El papel de la pareja
El habitual esquema de comunicación de los hombres es distinto al de las mujeres. Los primeros, cuando tienen algún problema suelen omitirlo hasta que no encuentran una solución.
Además, el varón por lo general no solo no habla del asunto para aclarar la situación, sino que huye, se centra más en el trabajo, amigos o actividades deportivas, intentando estar el menor tiempo posible a solas en compañía de su pareja.
Otro factor muy común, que agrava el ambiente de incomunicación y el descontento de la pareja, se debe a la poca consideración del paciente con disfunción eréctil, que en el momento que obtiene una erección casual, rápidamente intenta penetrar sin tan siquiera estimular a la pareja por temor a perder la firmeza en el proceso.
La demanda de relaciones por parte de la pareja de la persona con disfunción eréctil hace que el individuo reaccione muy negativamente.
Por el contrario, quienes disfrutan experiencias de sexo positivo, ante la demanda de relaciones sexuales por parte de la pareja, cabe esperar que tengan expectativas de correcta erección y, como consecuencia, tendencia al acercamiento.