TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Más allá de la obvia utilidad, el advenimiento del internet, los dispositivos inteligentes y las plataformas sociales suponen una mayor vulnerabilidad. Los intentos de estafa se han generalizado. WhatsApp, por sí solo, es un hervidero de ciberdelincuentes.
Las modalidades de ataque son un ecosistema aparte, van desde los secuestros de cuentas hasta la suplantación de familiares o amigos.
Esta última es una de las más frecuentes, pero -en ocasiones- tan burda que los propios usuarios consiguen frustrarla con humor. Todo comienza con un llano saludo proveniente de un número no registrado y con prefijos extranjeros, usualmente de México.
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La víctima potencial apela a la lógica y pregunta “¿quién es?”, a partir de ahí, el estafador -novato o experimentado- pretende que sea el destinatario quien le dé las claves de su falsa identidad. “Ha pasado tanto tiempo, ¿me recordás?”... La intención es ver si la víctima le da pie al estafador de continuar con el plan.
Acto seguido le solicita ayuda por un pequeño percance. Entonces el supuesto conocido le cuenta que está regresando al país y que tuvo un problema con su pasaporte y no pudo abordar el avión, pero que las maletas sí salieron.
Le pregunta si podría recibirlas y en caso de que acceda, le solicita fotos de su documento de ambos lados para hacer el trámite correspondiente y que pueda recibir las maletas.
En ocasiones, no se limitan al robo de información personal, también solicitan ayuda monetaria.
Ante cualquier posible fraude, la recomendación principal es afilar su sentido común y aprender a desconfiar.
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En suma, no haga clic en cualquier enlace que reciba ni complete con su información personal cualquier formulario.
Lo tercero es habilitar la autenticación en dos pasos en WhatsApp, y en lo posible utilizando una app de autenticación y no el SMS. De esta manera evitará el secuestro de cuentas.
Por último, use una solución de seguridad instalada, configurada y actualizada que permita identificar y bloquear los sitios o archivos maliciosos utilizados generalmente en este tipo de campañas fraudulentas.
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