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Son muchos los juegos de cartas que se han consolidado a lo largo de la historia a nivel mundial. Sin duda, entre ese selecto grupo de naipes atractivos se encuentra el blackjack, una opción de entretenimiento que ha permanecido inalterable al paso del tiempo y que ha conquistado todos los continentes conocidos. De hecho, no ha sido inalterable a la irrupción de las nuevas tecnologías, incorporando millones de personas al blackjack online como una de sus preferencias para sus ratos de ocio.
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Dejando un poco de lado la época contemporánea, es conveniente echar una mirada atrás y repasar la historia de este juego, y cómo ha sido su expansión por gran parte de los territorios del planeta.
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Europa, cuna del blackjack
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El blackjack, tal como lo conocemos hoy, tiene sus raíces en el viejo continente, en torno al siglo XVII, tal y como se apunta desde diferentes estudios. Se cree que una de las primeras versiones del juego se jugaba en Francia y se llamaba “Vingt-et-Un,” que en francés significa “veintiuno”. Este juego formaba parte de los entretenimientos en la corte de Luis XV, y aunque las reglas no eran idénticas a las del blackjack moderno, compartían la misma base: el objetivo era alcanzar un valor de 21 sin pasarse.
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Otra teoría señala que el origen podría estar en España, con un juego de cartas llamado “Veintiuna”. Este juego, mencionado en textos del famoso escritor español Miguel de Cervantes en el siglo XVII, era muy similar al blackjack actual. Los jugadores debían acercarse lo más posible a 21 sin pasarse, y los ases podían valer 1 o 11, reglas que aún perduran. Algo que aún se sigue experimentando en el país de la Península Ibérica, bajo esa denominación numérica.
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América, el gran valedor del blackjack
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El juego de “veintiuno” fue exportado al “Nuevo Continente” por los colonos europeos, y durante el siglo XIX comenzó a evolucionar hacia lo que hoy conocemos como blackjack. Sin embargo, en su llegada a Estados Unidos, no tuvo un éxito inmediato en los salones de juego y casinos emergentes.
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A medida que el juego se fue asentando en América, las reglas se estandarizaron, y la popularidad del blackjack comenzó a aumentar. Durante la era de la prohibición en la década de 1920, el juego de cartas encontró su camino en las operaciones de juego clandestinas, consolidando su lugar en la cultura del juego estadounidense. Un hecho, que permitió a esta nomenclatura de naipes a ser uno de los principales en el “País de las Oportunidades”.
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Viendo todos estos precedentes, es indudable comprobar el viaje tan fructífero que ha realizado el blackjack alrededor del planeta. Las nuevas tecnologías siguen potenciando un juego, que se ha colado en el día a día de millones de personas. Sin duda, un fenómeno cultural que aun no ha encontrado techo, en cuanto a su expansión se refiere.
