Los hombres también son víctimas de sus hormonas. Después de los 40 años, los niveles de testosterona comienzan a disminuir.
En algunos casos es de manera silenciosa pero en otros afecta el deseo sexual, el estado de ánimo, las erecciones y el sueño. Se trata de un estado que es llamado popularmente como andropausia pero que en realidad se denomina: hipogonadismo del hombre mayor.
Según explica Sandra García, uróloga y especialista en rehabilitación de la función sexual, el hipogonadismo se manifiesta con algunos síntomas sexuales y otros sistémicos.
Por ejemplo, disminuye el deseo sexual, la frecuencia de las relaciones sexuales y la calidad de las erecciones.
También se manifiesta a través de la disfunción eréctil y cambios en la eyaculación como el volumen y calidad del semen. Incluso se puede tener retardo y dificultad para conseguir un orgasmo.
Otros de los síntomas asociados son el aumento de peso y de la grasa abdominal. La disminución de la masa muscular y de la masa ósea que puede terminar en una osteopenia.
La fatiga, la anemia, el cansancio crónico y la dificultad para conciliar el sueño, son otras señales del hipogonadismo. Hay algunos hombres que pueden presentar irritabilidad, pereza, cansancio o como una especie de aburrimiento.
La obesidad, la diabetes y el VIH pueden estar asociados a niveles bajos de testosterona. “A partir de los 40 años en todos los hombres empieza a disminuir la testosterona progresiva. Pero esto no quiere decir que todos los hombres requieran tratamiento.