TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La era digital —sí, la actual, en la que el teléfono celular es una extensión de nuestro cuerpo— ha sido redefinida por los millennials y la generación Z. Ahora, los jóvenes prefieren responder a un mensaje de texto en lugar de atender una simple llamada telefónica.
Una encuesta reciente publicada por el sitio web británico Uswitch revela que casi el 70% de las personas de entre 18 y 34 años prefiere enviar mensajes de texto, y una cuarta parte nunca responde al teléfono.
Este cambio generacional tiene sus raíces en la evolución de la tecnología de la comunicación.A diferencia de las generaciones mayores, que estaban acostumbradas a las conversaciones por teléfono fijo, los jóvenes crecieron en una era de mensajes de texto, lo que hace que las llamadas telefónicas se sientan intrusivas y generen ansiedad.
El evitarlas a menudo está relacionado con el miedo a recibir malas noticias o la incomodidad de las conversaciones en tiempo real.
Para muchos, las llamadas inesperadas se ven como una fuente de angustia en lugar de un simple medio de comunicación.
Los psicólogos explican que esta incomodidad proviene de la falta de hábito; dado que las generaciones en vigor no crecieron hablando por teléfono, ahora se siente antinatural.
A pesar de esta tendencia, los millennials y centennials no están desconectados de sus círculos sociales y los chats grupales; las redes sociales y las notas de voz se han convertido en los modos de comunicación preferidos.
Las notas de voz, en particular, ofrecen un término medio: proporcionan el toque personal de una llamada telefónica sin la presión de tener que responder de inmediato.
Punto en contraSin embargo, no todos están de acuerdo con este método. Algunos encuentran las notas de voz largas, tediosas e ineficientes, y consideran que las opciones de velocidad en WhatsApp, como 1X, 1.5X y 2X, son insuficientes.
En el ámbito profesional, esta fobia a las llamadas telefónicas puede impactar la comunicación en el trabajo directamente. Los colaboradores más jóvenes a menudo evitan las llamadas, prefiriendo mensajes de texto y correos electrónicos, lo que puede crear una brecha de comunicación con colegas mayores o con la dirección, quienes pueden considerar las conversaciones telefónicas como más directas y efectivas.
Hay quienes temen que la disminución de la comunicación verbal pueda erosionar el sentido de conexión y alineación en los ecosistemas laborales.
Eso sí, no todos comparten esta aversión a las llamadas telefónicas. Algunos jóvenes valoran una llamada oportuna, especialmente para mantener relaciones en entornos de trabajo remoto y en la era pospandemia.
Para ellos, las llamadas representan un signo de dedicación y consideración, y pueden estrechar las relaciones laborales.
Nuevas formas de comunicación
A medida que la sociedad continúa evolucionando, también lo hacen nuestras preferencias de comunicación. Aunque el alejamiento de las llamadas telefónicas podría parecer una pérdida de conexión personal, también puede verse como una adaptación a las demandas de la vida moderna.
Así como pasamos de los faxes a los correos electrónicos a finales de los 90, abrazar los mensajes de texto y otras herramientas de comunicación digital actuales puede mejorar la eficiencia y, al mismo tiempo, permitir interacciones significativas y productivas.