La temporada de calor es una invitación a disfrutar de un buen chapuzón en el mar o en una piscina.
Pero no debemos olvidar que el sol y la arena pueden hacer estragos en la piel; para disfrutar de unas vacaciones sin remordimiento, nada como la prevención.
Si quiere lucir una piel radiante, lista para resistir sin daños los inclementes rayos del sol, la cosmetóloga de la firma Vogue, Vanessa Valeriano, da algunos consejos prácticos que pueden ser tomados en cuenta.
Ritual diario
El rostro es una de las partes más sensibles del cuerpo, para cuidarlo se deben usar los productos adecuados para cada tipo de piel, especialmente en esta temporada donde los rayos solares se incrementan.
La primera parte del ritual de belleza es limpiar diariamente su cara con un producto cremoso, de espuma o líquido.
Luego debe usar un tónico para revitalizar la piel y una crema nocturna para hidratarla. En cuanto a la exfoliación, la experta explica que la frecuencia de la exfoliación dependerá del tipo de piel.
Si es grasosa, habrá que hacerla dos o tres veces por semana, pero si es seca bastará con seguir el proceso una vez a la semana.
Sumado al rostro, el resto del cuerpo no se debe descuidar y deberá someterse a cuidados diarios también. Hay en el mercado una variedad de cremas que le dan a su piel ese toque de porcelana.
Por ejemplo, si su piel es seca, con grietas y estrías, le conviene usar una crema a base de aguacate. Si quiere hidratar, proteger y que le sirva de cicatrizante le conviene la crema corporal de sábila.
La crema de jalea real es ideal para quitar manchas, cicatrices y estrías. La que es a base de vitamina E le da a la piel de su cuerpo esa firmeza y tonicidad que desea, pero también previene arrugas.
Además, luego de exponerse al sol lo ideal es usar un tónico refrescante a base de rosas para recuperar ese brillo natural.
Los bloqueadores
La dermatóloga Tania Núñez comenta que en esta temporada de calor es muy común que nos expongamos a los rayos solares dejando atrás el uso del bloqueador solar y provocando que nuestra piel sufra terribles estragos.
“Cuando sobreexponemos la piel al sol, se generan diversas reacciones evidentes. En muchas ocasiones se trata de quemaduras leves, cambios de tono e irritaciones menores. Sin embrago, muchas veces desconocemos que es un factor que desencadena otras reacciones importantes”, explicó.
En algunas personas, el contacto mínimo con los rayos solares provoca comezón, enrojecimiento, inflamación, irritación y brotes de ronchas en las áreas expuestas. Esto se puede controlar con la aplicación diaria de filtros solares de alta protección con un mínimo de 30 FPS (Factor de Protección Solar).
De acuerdo a la doctora, el uso de filtros y bloquedores debe ser diario, salga o no salga el sol, para evitar daños y se debe colocar por lo menos veinte minutos antes de salir a sus labores diarias.
Sumado a los cuidados de la piel y cuerpo con cremas especiales, se debe tener una dieta balanceada y aprovechar la ingesta de jugos a base de frutas de temporada.