No hubo mano criminal en el siniestro de la granja penal de Comayagua, donde fallecieron calcinadas 360 personas.
La causa del siniestro registrado en el centro penitenciario, el martes 14 de febrero, fue producto de una llama abierta, de acuerdo con el informe presentado por los expertos del Equipo de Respuesta Internacional (IRT) del Buró de Bebidas Alcohólicas, Tabaco y Armas de Fuego
(ATF, por sus siglas en inglés).
Al mencionar una llama abierta no se limita a un cigarro, un encendedor o fósforos, aunque la fuente real de la ignición no fue recuperada, explica el comunicado oficial de la Embajada de Estados Unidos en Honduras.
Se cree que el fuego habría iniciado en la zona superior de dos literas, en la cuarta columna, a lo largo del área occidental del módulo seis de la prisión, lo cual encendió los materiales inflamables cercanos.
Durante el curso de la investigación, la
ATF IRT
fue capaz de descartar otras causas posibles del fuego, tales como un rayo, causas eléctricas o el uso de líquido inflamable o combustible.
Cada una de estas hipótesis fue planteada por versiones de familiares y reos sobrevivientes que aseguraban que durante el siniestro habían percibido olor a combustible en el interior de la granja penal. Es en base a las inspecciones que durante tres días consecutivos realizaron los expertos de la ATF IRT que se preparará un informe oficial, el cual será remitido por la sede de la ATF IRT a la Embajada de Estados Unidos en Honduras, para luego ser entregado a las autoridades gubernamentales.
De acuerdo con el comunicado, Estados Unidos
pide una acción rápida en la elaboración y promulgación de las reformas necesarias para garantizar la seguridad, salud y derechos humanos de los prisioneros.
Lo que se busca es prevenir tragedias similares a futuro, reza el escrito.
Y es que aunque la causa del fuego es calificada como accidental, este trágico suceso ha centrado la atención en las prácticas inadecuadas de seguridad en el sistema penitenciario hondureño.
Versión MP
Las autoridades del Ministerio Público (MP) coincidieron con el informe de ATF al brindar las primeras conclusiones.
Según los alcances de las indagaciones, el siniestro inició de manera accidental.
“Todo indica, hasta el momento, que no ha habido actos dolosos, o para decir que fue un acto criminal”, afirmó el fiscal general Luis Rubí, en el programa televisivo Frente a Frente, de Televicentro.
“Hasta ahora se sabe que comenzó en el modulo número 6 y se llegó a la conclusión que es un acto accidental”, agregó el entrevistado.
Hallazgos
De acuerdo con el resultado de las pesquisas, se descarta que el siniestro haya iniciado por un cortocircuito del sistema eléctrico de la granja penal.
“Se descarta el cortocircuito. Una vez que se produjeron chispazos, que fueron de tanta intensidad que en cinco minutos se dio el desastre”, especificó.
En su intervención, Rubí dijo que a causa de las potentes llamas la temperatura del lugar pudo llegar hasta los 2 mil grados centígrados. El informe de ATF dirá que materiales conllevaron a que el fuego se expandiera con tanta rapidez.
La investigación que realiza la Fiscalía de Derechos Humanos, del MP, cuenta con el apoyo de los ATF.
“Lo lógico es que esta parte nuestra y la parte de la ATF, que también descarta que halla combustible, que son cosas que se han descartado desde las primeras indagaciones. Se me ha adelantado que fue accidental y no inducido o mano criminal, según datos preliminares”, recalcó.
Descuido de reo
Recordó que los de la ATF son científicos especialistas, que aunque se les modifique la escena del crimen no se les puede engañar.
El descuido de un preso que se durmió mientras fumaba podría ser la causa del incendio.
“Hicimos la pregunta de qué pudo haber pasado. Las investigaciones es que se sospecha que alguien por estar fumando o por un cigarrillo se produjo el incendio. En las literas es donde empieza el fuego, alguien estaba fumando, o pudo ser una vela”, indicó el fiscal. “Pero aún no precisamos cuál de los prisioneros fumaba y se durmió. El cigarrillo habría caído al colchón, que se incendió y causó la tragedia”, añadió. Fue en la parte superior de una litera donde se activó el fuego.
Estudio forense
Por otro lado, el MP realiza una labor en materia forense para el reconocimiento de los cadáveres.
Reafirmó que existe el compromiso del MP de realizar un estudio forense con profesionalismo y prontitud, a pesar de las limitantes.
Aseguró que de las autopsias practicadas hasta ayer no se encontró evidencia de perforaciones de bala en los cuerpos. Sin embargo, explicó que las investigaciones continúan para confirmar si existe alguna responsabilidad.
Se ha entrevistado a los guardias y a los reos sobrevivientes para determinar si procede a deducir responsabilidades. “Esa hipótesis (del reo que fumaba) es la predominante en este momento, según las numerosas declaraciones de los testigos”, afirmó el fiscal general.
Continúa investigación
La gobernadora política de Comayagua, Paola Castro, informó a EL HERALDO
que aunque la labor de los ATF concluyó en la zona, en las últimas horas inició la labor de recolección de muestras una arqueóloga forense.
“Este día (ayer) recibimos a la doctora Alejandra Dichier, de Chile, quien se ha sumado a las labores de investigación en el interior del penal”, dijo Castro.
La labor de limpieza en el interior del reclusorio aún permanece estancada ya que, según la funcionaria, antes deberán ser autorizados por el MP.
“Estamos a la espera de la llegada de un grupo de ingenieros eléctricos que se encargará de preparar un informe sobre lo que se tendrá que hacer.
También esperaremos un informe de los bomberos con el fin de conocer la situación del penal”, agregó.
Aún no se decide si se ejecutará una reconstrucción de los módulos quemados o del total de la infraestructura del penal.
Cardenal Rodríguez lamenta incendio en penal
El máximo líder de la Iglesia Católica, Óscar Andrés Rodríguez, desde el Vaticano lamentó el hecho registrado en el centro penal de Comayagua.
El cardenal además se refirió a las deplorables condiciones de las cárceles a nivel del continente americano. “Era algo que se veía venir. Todas las cárceles en Latinoamérica son, en estos momentos, unos lugares muy peligrosos, son instalaciones antiguas, hay más reclusos, de las capacidades que se tienen”, sostuvo el religioso al momento de participar en el consistorio.
Rodríguez expresó que espera que lo ocurrido en Comayagua haga reflexionar sobre la importancia de que se mejoren las condiciones en las instalaciones de los centros penitenciarios de Honduras. “Ojalá que esto pueda servir para que tomemos en cuenta que es un problema humano y urgente. Ojalá que podamos tener también cooperación internacional para hacer de las cárceles centros de rehabilitación y no trampas mortales”, apuntó.
Por otra parte, el religioso mencionó que la Iglesia Católica hondureña asiste de forma espiritual a los familiares de las víctimas de la granja penal. “Queremos ayudar a sanar esas heridas irreparables, pero la fe es el único camino”, sostuvo.