TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Asear parrillas y quemadores tiene su ciencia. Aquí te contamos cómo dejarlos como nuevos con los procedimientos correctos.
ESTUFA DE GAS
- Después de cada uso, debes mantener limpia la estufa: utiliza poca agua y jabón y un trapo húmedo. Lava el trapo varias veces para eliminar el exceso de jabón.
- No utilices sosa cáustica (hidróxido de sodio) o cualquier producto que la contenga, esta sustancia deteriora el acabado de los materiales. Si utilizas desengrasante, verifica en la etiqueta que no tenga.
PARRILLAS
- Lávalas de manera regular -especialmente si hubo derrame de alimento- con agua caliente y jabón; enjuaga, retira el exceso de agua con un trapo limpio y déjalas secar.
- Si tienen algún residuo de comida, déjalas unos minutos remojando en agua caliente con un limpiador líquido suave que no contenga sosa cáustica, evita el uso de jabones abrasivos.
- Puedes usar una pasta con ¾ partes de bicarbonato de sodio y ¼ parte de agua, para eliminar restos difíciles de remover. Aplica y deja reposar por 20 minutos, talla (con cepillo de dientes) y enjuaga.
- Limpias y secas, colócalas de nuevo en la estufa.
QUEMADORES Y SUS TAPAS
- Límpialas frecuentemente.
- Observa si alguna de las ranuras contiene restos de alimentos.
- Puedes usar agua caliente y jabón o un desengrasante sin sosa cáustica, el contacto del desengrasante debe ser menor a 15 minutos, ya que puede manchar los quemadores de manera permanente.
- Utiliza una fibra de malla plástica que no raye y un cepillo de dientes, no uses fibras metálicas.
PERILLAS DE ENCENDIDO
- Límpialas frecuentemente.
- Puedes utilizar agua caliente y jabón suave, nunca las laves estando aún calientes.
- Utiliza una fibra de malla plástica que no raye. No utilices fibras de metal.
- Lava, escurre inmediatamente -no las dejes remojando en agua- y seca para volverlas a colocar.
HORNO DE GAS
- Después de cada uso debes mantenerlo limpio, utiliza poca agua, jabón y un trapo húmedo. Lava el trapo varias veces para eliminar el exceso de jabón.
- No debes utilizar sosa cáustica (hidróxido de sodio) o cualquier producto que la contenga, esta sustancia química puede deteriorar el acabado de sus materiales.
PUERTA
- Al terminar cada uso, tras enfriarse, lávala con una solución de agua y jabón, enjuaga y limpia con un trapo húmedo hasta quitar la solución jabonosa perfectamente.
- Si tiene manchas difíciles puedes utilizar una solución de agua y vinagre antes de lavar con agua y jabón.
PISO Y PAREDES
- Generalmente, puedes utilizar una solución de agua y jabón y secar con un trapo húmedo limpio las veces que sea necesario hasta eliminar el excedente de jabón.
- Si hay derrames de salsas, jarabes, jugos... deben limpiarse inmediatamente, solamente espera a que el horno se enfríe bien. Puedes usar algún limpiador abrasivo suave, es importante verificar en el instructivo el tipo de desengrasante a aplicar: existen diversos materiales que deben limpiarse con diferentes sustancias.
- No raspes las superficies con cuchillos o utensilios metálicos, puedes dañar de manera permanente las paredes del horno.
A profundidad. Para una limpieza profunda:
1. Retira las parrillas. Si tienen manchas puedes ayudarte de un cepillo de cerdas firmes de plástico que no rayen. Sumerge en una solución de agua caliente y vinagre por unos minutos y lava con agua y jabón.
2. Agrega en el piso del horno una capa de bicarbonato de sodio y rocía con suficiente agua (utiliza un aspersor).
3. Cada dos horas o cada vez que se seque el bicarbonato, añade agua con el aspersor (humedece lo suficiente). Repite la operación varias veces (alrededor de 12 horas) y lograrás eliminar los restos de alimentos.
4. Quita el bicarbonato con una fibra de plástico o un paño húmedo.
5. Enjuaga con una esponja y elimina el bicarbonato con tantos enjuagues como lo requiera.
Elige y guarda bien. Recomendaciones para el uso de sustancias de limpieza en la cocina:
- Lee con atención las etiquetas de los productos de limpieza. Elige productos que contengan ingredientes naturales, biodegradables, a base de cítricos o con la denominación “no tóxicos”, en vez de aquéllos con palabras como “peligro” o “venenoso”.
- Evita productos que recomienden utilizar guantes o protección en los ojos para su uso, así como aquéllos que sean inflamables, irritantes o corrosivos.
- Mantén los productos de limpieza en sus envases originales y guárdalos siempre bajo llave, en un espacio separado de los alimentos. Los niños por ningún motivo pueden tener acceso a ellos.
- Revisa las instrucciones del fabricante antes de su uso.
- Nunca mezcles los productos.
- Siempre que los utilices mantén oreados los espacios a limpiar.
- Considera alternativas más saludables como bicarbonato de sodio, vinagre blanco, jugo de limón, jabones y detergentes líquidos.
¡Peligro! Hay sustancias y mezclas que son tóxicas:
- Hipoclorito de sodio NaClO: presente en blanqueadores y productos de limpieza. Al contacto con la piel puede provocar lesiones, su inhalación puede provocar una intoxicación
- Hipoclorito de sodio NaClO + ácido clorhídrico HCl ó Hipoclorito de sodio NaClO + amoniaco NH3: Liberan vapores de cloro o gases irritantes para las vías respiratorias y mucosas. El cloro es un gas tóxico picante, dependiendo de su concentración puede generar reacciones inflamatorias sobre la mucosa, causar dolor, tos, vómito y alteraciones del ritmo respiratorio.
- Ácido clorhídrico o ácido muriático: Irritante y corrosivo al contacto, provoca desde irritación, tos y presión en el pecho hasta respiración jadeante, estrechamiento de los bronquiolos, dificultad para respirar, hinchazón y espasmos de garganta y asfixia.
- Ácido muriático + aluminio: Desprende hidrógeno formando atmósferas explosivas en el ambiente
- Hidróxido de sodio o sosa cáustica NaOH: presente en limpiadores de hornos, pisos y drenajes. Es corrosivo en la piel, puede provocar quemaduras graves; muy agresivo con los ojos, ocasiona desde irritación hasta ulceración, al inhalarse puede provocar dolor de garganta y daños en el tracto respiratorio, quemaduras en esófago y estómago, dolor abdominal y vómito.
- Amoníaco NH3: presente en productos de limpieza. Su inhalación puede provocar irritación de la piel, ojos, garganta y pulmones, daño en las vías respiratorias, dolor de cabeza e inflamación pulmonar.
Ojo: En todas las exposiciones el paciente debe ser trasladado al hospital de inmediato