Izaguirre, zaguero del Ciclón que se disponía con su equipo hacia el Estadio Nacional para disputar el clásico ante Olimpia, fue llevado de emergencia a un centro asistencial junto a sus compañeros Jonathan Rougier y Roberto Moreira. Los tres resultaron heridos ante el ataque.
Los vidrios rotos a causa de las pedradas y las botellas lanzadas hacia el autobús fueron a impactar a la humanidad de los deportistas, quienes tuvieron que ser atendidos durante unas horas en un hospital. A eso de las 10 de la noche se informó que los tres fueron dados de alta.
'Gracias a Dios todo está bien, solo fue el susto. Me cayeron pedacitos de vidrios en el ojo, pero nada grave, me hicieron un lavado y el peligro ya pasó. Lo doloroso son las personas fallecidas. Todos somos hondureños, no importa el equipo, hay que tener respeto por cada ser humano. Gracias a todos por sus mensajes', fue lo que escribió Milo en una historia compartida tras dejar el hospital.