La masacre perpetrada la tarde del sábado en un negocio de la colonia 1 de Diciembre dejó como saldo doce personas muertas, entre ellas Jorge Alberto Reyes Bonilla, un exjugador de la Liga Nacional de Fútbol, cuyas aspiraciones de rehabilitarse y ver crecer a sus hijos fueron despojadas con la pérdida de su vida.
El cadáver del exjugador fue retirado este domingo de la morgue capitalina, donde acudieron familiares del infortunado, incluyendo su amigo Gerson Vásquez.
'Era una persona que no se metía con nadie y el único vicio que tenía él era la bebida; los planes que el tenía era dejar su vicio porque en realidad sentía que estaba destruído con el vicio', relató la prima del deportista identificada como Alison Fabiola Bonilla.
Con lágrimas en sus ojos y la voz entrecortada agregó que 'nunca nos imaginamos algo así, jamás y justamente mi primo ahí que no se metía con nadie'.
Reyes Bonilla conocido popularmente como Lobito jugó en los equipos del Real Maya al igual que el Real Comayagua, pero hace tiempo se había retirado del fútbol profesional hondureño y frecuentaba con amigos el establecimiento comercial, donde se jugaba billar y departían cervezas, indicó.
La paz y la tranquilidad en la colonia 1 de Diciembre fue interrumpida cuando varios sujetos armados con fusiles AK-47 ingresaron al Club Deportivo Billares Lino número dos y dispararon contra todos los que se encontraban en el local, donde al instante fallecieron siete personas y otras quedaron gravemente heridas.Los sobrevivientes al brutal ataque fueron trasladados de urgencias al Hospital Escuela Universitario (HEU), pero expiraron, por lo cual la cifra de muertos ascendió a un total de doce.
Con indignación, la pariente del malogrado futbolista dijo que 'no se puede pedir nada porque aquí las muertes quedan impunes, matan y todo queda así'. Jorge Reyes Bonilla deja a cuatro hijos.