TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A los 17 años de edad decidió mostrar sus dotes como futbolista, pero poco tiempo después las vueltas de la redonda la llevaron a tomar el silbato y a emprender una carrera que el reciente domingo le reservó un momento mágico: su debut como árbitra en la Liga Nacional de Honduras.
“Estaba con los nervios normales, pero mi carácter es bastante pesado y eso me ayuda”, confiesa Merlin Soto antes de dejar claro que no puede dar entrevistas porque se lo prohíbe la Comisión Nacional de Arbitraje.
Toca morderse la lengua, pero lo que no se puede hacer es esconder la inmensa alegría que significó dirigir su primer juego en la élite del fútbol catracho, en ese 4-0 de Motagua sobre Honduras EP. No es para menos.
LEA: ¡Cobarde agresión! Futbolista golpeó a una árbitra tras finalizar un partido en Argentina
Aunque en 2020 ya se había estrenado como cuarta árbitra, fue hasta en este arranque del Apertura que llegó ese nombramiento con el que venía soñando la jueza de 30 años.
Nació en Guaimaca, pero es prácticamente capitalina porque llegó a Tegucigalpa con solo seis meses de edad. Su amor por el balompié la empujó a ser futbolista y en 2012 se puso los tacos para evidenciar su talento como defensa.
Jugó con la UNAH
Comenzó a jugar en la Asociación Compartir y durante 2012 jugó en la Liga Femenina de Tegucigalpa con la UNAH, pero su voluntariado en la citada ONG sería la vía para llegar al arbitraje.
Tras verla inculcándole el deporte a niños, adolescentes y jóvenes, los directivos de las ligas menores de su colonia Villanueva le pidieron que les dirigiera los partidos y fue allí cuando empezó a demostrar su mano firme para impartir justicia.
Luego de que el dirigente Enrique Duarte le sugiriera que se decantara por el referato y le pactara una reunión con Amílcar Burgos, en mayo de 2013 se sumó a la filial de Tegucigalpa y solo dos semanas después ya estaba dirigiendo en la U 8.
ADEMÁS: Carlos Pineda al descubierto: entre la ingeniería y el Olimpia ¿Por qué no salió al extranjero?
Pitó en todas las categorías menores, desembarcó en las reservas y se curtió en la caliente Liga de Ascenso.
Bañada de esas y otras experiencias, Merlin ha encontrado en este 2022 un año de sueños cumplidos.
Recibió el gafete FIFA, estuvo en el Premundial Sub 17 y tuvo su gran estreno en el máximo circuito del fútbol hondureño, para convertirse en la segunda mujer (tras Melissa Patrana) que pita en la primera de Honduras.
Estudia en la UPNFM
Soltera y sin hijos, la jueza se enfoca en seguir cosechando frutos arbitrales y que los mismos vayan de la mano con los objetivos académicos.
El año anterior inició la carrera de Orientación y Consejería Educativa en la UPNFM y espera adecuar el tiempo para combinar los estudios con el silbato.
TAMBIÉN: Francisco Martínez, jugador de Liga Mayor, ilusionado por convocatoria a la Selección de Honduras
Su temple y personalidad quedaron de manifiesto en su estreno, si no pregúntenle a los amonestados Marcelo Pereira, Oidel Pérez y Yunni Dolmo.
Ellos fueron los primeros en sentir el rigor de Soto. Sus sueños están por las nubes y su carácter mostrado en el Nacional da pie para aferrarse a esos anhelos.