El club de la Premier League también expulsó temporalmente a otro cinco aficionados por períodos que van de uno a dos años por utilización de un lenguaje abusivo y comportamientos amenazantes y agresivos en un partido del 8 de diciembre de 2018.
Chelsea declaró haber voluntariamente esperado para tomar su decisión en este caso para asegurarse de que no perjudicaba a la investigación de la policía.
El Crown Prosecution Service (CPS), Servicio de Procesamiento de la Corona, había anunciado recientemente que había decidido no iniciar un proceso penal contra los aficionados.
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'Aunque el club respeta la decisión del CPS, la cuestión para nosotros no era determinar si había o no delito, sino saber si existió una infracción al reglamento y a las condiciones de venta', explicó el Chelsea en un comunicado.
'Para tomar su decisión, el club tuvo en cuenta (...) toda una serie de elementos, incluidas pruebas de video y testimonios de dos expertos en lectura oral, que declararon que se emplearon palabras de naturaleza racista y abusiva. El comportamiento de los seis individuos superó el límite de lo aceptable', concluyó el club.