RIYADH, ARABIA SAUDITA.- Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez podrían enfrentar dificultades en su nueva aventura por Arabia Saudita. Las leyes del país asiático prohíben la convivencia de una pareja que no está legalmente casada.
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Hace pocos años, el país se regía por una estricta interpretación de la ley islámica, sin embargo, desde 2017, con la designación de Mohamed Bin Salmán como príncipe heredero, las cosas han cambiado.
Se han producido avances en materia de reconocimiento a los derechos de las mujeres y los extranjeros que viven y trabajan en Arabia Saudita dejaron de ser perseguidos e investigados.
Además, el también primer ministro del reino ha procedido a numerosas reformas, sobre todo en el marco del deporte y entretenimiento, con el fin de modernizar el país en el marco de la Visión 2030.
Por ello, pese a no haber contraído matrimonio, ambos podrían vivir juntos. Según la opinión de algunos abogados las autoridades podrían hacerse de la “vista gorda” y terminar obviando la situación.
“Aunque las leyes del reino todavía prohíben la convivencia sin un contrato de matrimonio, las autoridades han comenzado recientemente a hacer la vista gorda y ya no persiguen a nadie, aunque estas leyes sí se utilizan cuando hay un problema o un delito”, señaló un abogado a la agencia EFE.
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Pese a esto, las libertades que se le otorgan a los extranjeros que residen en el país árabe, no se aplican, bajo ningún concepto, a los habitantes de nacionalidad saudí.
Dos vías de salida para Georgina
Según los expertos, existen dos opciones para que la pareja de Cristiano pueda vivir con él durante su estadía en el territorio árabe.
La primera consiste en que Georgina entre al país con el patrocinio del Al Nassr, a través de un visado expedido por separado y así pueda vivir donde ella desee.
La segunda opción sería obteniendo una visa de turista de un año, que le permita residir en el país durante 90 días seguidos en cada visita.
Cabe destacar que la situación de Georgina no constituye algo nuevo ni tampoco es inusual. Muchos futbolistas que han pasado por la liga árabe también han gozado de un trato diferencial y pudieron convivir con sus parejas sin ser objeto de persecución.
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