España
Lionel Messi ni decidía ni sabía nada sobre la gestión de sus derechos de imagen. Ésta fue la versión ofrecida este miércoles por sus exasesores fiscales en el juicio contra el astro argentino por un presunto fraude millonario en España.
El proceso contra el jugador del FC Barcelona y su padre Jorge Horacio, que siguieron ausentes como en la primera sesión del martes, contó con las declaraciones de varios empleados del bufete de abogados barcelonés, Juárez Veciana, que manejaban la fiscalidad del astro durante los años investigados.
Los dos principales socios de la firma, los hermanos Iñigo de Loyola Juárez y Ángel Juárez, desvincularon totalmente al futbolista de la gestión económica, asegurando que ni siquiera le informaban de sus pasos y que su interlocutor era Jorge Horacio Messi.
'No sé si se han aportado correos míos en la causa, pero verán que en ninguno de ellos aparece Lionel Messi', aseguró Iñigo de Loyola. El astro 'no tomaba ninguna decisión o yo al menos no visualizaba que nadie le consultase nada', dijo poco después su hermano Ángel.
Este abogado fue el responsable de crear la estructura societaria investigada con la que, según las sospechas de la fiscalía y de Hacienda, los Messi habrían defraudado 4,16 millones de euros procedentes de los derechos de imagen ingresados por el futbolista entre 2007 y 2009.
El encargo llegó de Jorge Horacio que buscaba evitar que su exasesor, Rodolfo Schinocca, con quien tenían varios litigios, siguiera manejando los derechos de imagen del futbolista, entonces cedidos a una sociedad en Belice propiedad de su madre pero gestionada por Schinocca.
El despacho de abogados decidió copiar la misma estructura aunque radicándola en Uruguay, que como Belice en la época estaba considerado un paraíso fiscal.
Así, crearon Jenbril SA, propiedad al 100% de Leo Messi y en la que ingresaba sus derechos de imagen, y Forsyl Corporation SA, donde Jorge Horacio cobraba su parte correspondiente como agente del jugador.
'Se trataba de preservar el máximo valor (...) Uruguay era un sitio donde esos rendimientos no estaban sometidos a fiscalidad', reconoció abiertamente Ángel Juárez, aunque defendió la legalidad de esta estructura y afirmó habérselo explicado así a Jorge Messi.
Los socios del despacho, que dejaron de trabajar con Messi poco después de iniciarse la investigación, no supieron sin embargo explicar la función de las otras dos sociedades implicadas, una británica y otra suiza, que según la fiscal servían únicamente como tapadera.
Tampoco pudieron clarificar porqué en la declaración del impuesto de patrimonio del futbolista no aparecía la posesión del 100% de las acciones de la sociedad uruguaya.
El jueves será el turno de los dos acusados, para quien la abogacía del Estado, representante de la Hacienda española, pide una multa equivalente a la cantidad defraudada y 22 años y medio de prisión, que no se cumplirían por no tener antecedentes.
La fiscal pide la absolución para Messi, por haber estado, segun ella, al margen de la gestión de su fortuna.
En cambio considera que su padre ha tenido un 'papel decisorio y decisivo' en el 'mecanismo defraudatorio'.
Sin embargo, varios testigos trataron este miércoles de rebajar también su relevancia. Su defensa puso en evidencia que pese a ser el interlocutor, residía en Rosario, no seguía de cerca la gestión tributaria y 'no sabía nada de fiscalidad', como afirmó uno de los testigos, Alfonso Nebot, actual gestor del cuantioso patrimonio de Messi.
Según la revista Forbes, el cinco veces ganador del Balón de Oro figura entre los cuatro deportistas más ricos del mundo con ingresos anuales de 64,7 millones de dólares.
Lionel Messi ni decidía ni sabía nada sobre la gestión de sus derechos de imagen. Ésta fue la versión ofrecida este miércoles por sus exasesores fiscales en el juicio contra el astro argentino por un presunto fraude millonario en España.
El proceso contra el jugador del FC Barcelona y su padre Jorge Horacio, que siguieron ausentes como en la primera sesión del martes, contó con las declaraciones de varios empleados del bufete de abogados barcelonés, Juárez Veciana, que manejaban la fiscalidad del astro durante los años investigados.
Los dos principales socios de la firma, los hermanos Iñigo de Loyola Juárez y Ángel Juárez, desvincularon totalmente al futbolista de la gestión económica, asegurando que ni siquiera le informaban de sus pasos y que su interlocutor era Jorge Horacio Messi.
'No sé si se han aportado correos míos en la causa, pero verán que en ninguno de ellos aparece Lionel Messi', aseguró Iñigo de Loyola. El astro 'no tomaba ninguna decisión o yo al menos no visualizaba que nadie le consultase nada', dijo poco después su hermano Ángel.
Este abogado fue el responsable de crear la estructura societaria investigada con la que, según las sospechas de la fiscalía y de Hacienda, los Messi habrían defraudado 4,16 millones de euros procedentes de los derechos de imagen ingresados por el futbolista entre 2007 y 2009.
El encargo llegó de Jorge Horacio que buscaba evitar que su exasesor, Rodolfo Schinocca, con quien tenían varios litigios, siguiera manejando los derechos de imagen del futbolista, entonces cedidos a una sociedad en Belice propiedad de su madre pero gestionada por Schinocca.
El despacho de abogados decidió copiar la misma estructura aunque radicándola en Uruguay, que como Belice en la época estaba considerado un paraíso fiscal.
Así, crearon Jenbril SA, propiedad al 100% de Leo Messi y en la que ingresaba sus derechos de imagen, y Forsyl Corporation SA, donde Jorge Horacio cobraba su parte correspondiente como agente del jugador.
'Se trataba de preservar el máximo valor (...) Uruguay era un sitio donde esos rendimientos no estaban sometidos a fiscalidad', reconoció abiertamente Ángel Juárez, aunque defendió la legalidad de esta estructura y afirmó habérselo explicado así a Jorge Messi.
Los socios del despacho, que dejaron de trabajar con Messi poco después de iniciarse la investigación, no supieron sin embargo explicar la función de las otras dos sociedades implicadas, una británica y otra suiza, que según la fiscal servían únicamente como tapadera.
Tampoco pudieron clarificar porqué en la declaración del impuesto de patrimonio del futbolista no aparecía la posesión del 100% de las acciones de la sociedad uruguaya.
El jueves será el turno de los dos acusados, para quien la abogacía del Estado, representante de la Hacienda española, pide una multa equivalente a la cantidad defraudada y 22 años y medio de prisión, que no se cumplirían por no tener antecedentes.
La fiscal pide la absolución para Messi, por haber estado, segun ella, al margen de la gestión de su fortuna.
En cambio considera que su padre ha tenido un 'papel decisorio y decisivo' en el 'mecanismo defraudatorio'.
Sin embargo, varios testigos trataron este miércoles de rebajar también su relevancia. Su defensa puso en evidencia que pese a ser el interlocutor, residía en Rosario, no seguía de cerca la gestión tributaria y 'no sabía nada de fiscalidad', como afirmó uno de los testigos, Alfonso Nebot, actual gestor del cuantioso patrimonio de Messi.
Según la revista Forbes, el cinco veces ganador del Balón de Oro figura entre los cuatro deportistas más ricos del mundo con ingresos anuales de 64,7 millones de dólares.