HOUSTON, TEXAS.- El fútbol predomina en Honduras, en cada rincón del país hay un balón número cinco y el deseo de los niños es jugar a la pelota. Pero como en toda gran historia, siempre hay un personaje que rompe el guion, se diferencia del resto y termina convirtiéndose en héroe.
Contra todo pronóstico, el cipote que eligió el beisbol como pasión, y después de profesión, rompió la tradición, quebró las barreras, deshizo los estereotipos y se apoderó de un título que nunca antes se imaginó que sería dirigido a un pelotero. Decirlo ya es una realidad sin discusión: Mauricio Dubón es el mejor deportista en la historia de Honduras.
Entre más de mil peloteros, el catracho fue elegido como el mejor en su asignación en la élite del béisbol mundial. A sus 29 años. Mauricio Dubón agrandó su leyenda con lo único que le faltaba en las Grandes Ligas, el Guante de Oro, para así eternizar una carrera que inició en su propia tierra donde siempre fue el ‘diferente’ porque se decantaba más por la pelota chica.
El pelotero de los Astros de Houston es un claro ejemplo de lucha, perseverancia y no dejarse vencer sin importar cuáles sean los obstáculos que te encuentres. “Desde niño soñé con que me iban a firmar en Grandes Ligas y se dio, gracias a Dios lo hice. Pero me falta, tengo que debutar en Grandes Ligas, jugar 20 o 22 años en la MLB. Sueño con ser el mejor, el primer hondureño en llegar al Salón de la Fama”, dijo el catracho a DIEZ en 2013 después de fichar por los Boston Red Sox.
De San Pedro Sula a la Gran Carpa
El camino para ser electo como el mejor ‘Utility Player’ de la Liga Americana ha sido extenso, comenzando todo a inicios de los 2000, donde el niño oriundo de la Colvisula dio sus primeros pasos en el diamante de la Colonia Tara en San Pedro Sula.
El talentoso prospecto descolló en el béisbol menor sampedrano cursando en el Liceo Bilingüe Centroamericano, participó en la desaparecida Liga Menor Roberto Valenzuela, primero con Centauros y luego con Marineros de La Lima, y antes de irse a Estados Unidos con 15 años, lo hizo con Azulejos.
Unos misioneros que visitaban el país catracho se llevaron a la perla hondureña cuando aún era un chico; el destino fue Sacramento, California. Antes de eso, el campo corto y segunda base visitó Nicaragua en varias ocasiones para intentar ser fichado, pero se lo negaron, más que todo, ‘porque era muy flaco’.
Dubón creció siguiendo los partidos de los Bravos de Atlanta, pero su corazón se inclinó por los Yankees, teniéndolo como ídolo al gran Derek Jeter, quien se desarrollaba en su posición de ‘short stop’. Cuando se mudó a California, empezó a gustar de los Gigantes de San Francisco, donde siempre admiró a Brandon Crawford, quien después se convirtió en su compañero.
La carrera de Dubón en Ligas Menores duró solamente seis años, pues cuando tenía 21, el hondureño fue trasteado por las Medias Rojas de Boston, uno de los equipos de mayor envergadura en la historia del béisbol estadounidense, por no decir del mundo entero. Fue un 2013 histórico, pero el debut en Grandes Ligas se dio seis años después, en julio del 2019, defendiendo la franquicia de los Cerveceros de Milwaukee.
Mauricio no tardó en dar el salto. Semanas después, los Gigantes, ese mismo equipo del que era aficionado, lo firmó y lo hizo estrenarse en agosto de ese mismo año. Dubón se logró consolidar en San Francisco, convirtiéndose en un pelotero polifuncional, algo que sin saberlo, le haría sacar su mejor versión dentro del diamante, pues adoptó nuevas posiciones como jardinero, sin perder sus cualidades como infiere.
Astros, el capítulo dorado
Después de tres temporadas en La Bahía, el hondureño fue traspasado a los Astros de Houston en 2022, logrando conquistar la Serie Mundial al final de la campaña, aunque con un rol secundario, su anillo de campeón ya era una gesta para el deporte nacional.
Dubón sabía que podía dar más y el 2023 el mundo fue testigo de ello. Mejoró en absolutamente todas las facetas. ¿Le pedían un mejor bateo? Tuvo la campaña con mayor producción en su carrera, se convirtió en el primer bateador del equipo y sostuvo una histórica racha de 20 partidos consecutivo haciendo imparables.
¿Le pedían una mejor defensiva? Terminó siendo nominado al mejor segunda base de la Liga Americana, no hizo extrañar a uno de los nombres más emblemáticos de la MLB (José Altuve) y realizó presentaciones impecables que, como decía Ernesto Jérez, fueron incontables las ‘joyita a la defensiva’.
Eso sí, ante la sorpresa del mundo entero por su excelso rendimiento, Dubón enfatizó que “si bien me he hecho más fuerte, mi habilidad siempre fue la misma, solamente era un tema de recibir más oportunidades”. Esa confianza la obtuvo de parte de Dusty Baker, mánager con quien compartió en su escuela de béisbol en Sacramento cuando recién se mudó a Estados Unidos y que le catapultó su ‘prime’ en la MLB.
Juego la ‘Champions’ todos los días
A diferencia del fútbol, donde los hondureños más se destacan, han sido pocos los que se mantuvieron en el máximo nivel internacional, jugando UEFA Champions League, por ejemplo. En el béisbol, Dubón lleva cinco años (y contando) en la élite, conquistando ya un título de monarca y el premio individual más prestigioso.
Para jugar en la MLB, debes ser el mejor todos los días. Ante la abundancia de peloteros, la competencia es rigurosa, por lo que fácilmente podrías ser reemplazable. Debes tener habilidad en defensiva y ofensiva, así como un IQ que sobresalga.
Jugar en la MLB, es como jugar la Champions todos los días, y para Dubón, representar a la bandera cinco estrellas en la Gran Carpa, se volvió rutinario, sin importar que antes de él solo un hondureño lo había hecho (Gerald Young), y concientizando que su hazaña le abre la brecha a los peloteros catrachos, que finalmente, después de tanto tiempo, tienen un ídolo a quien admirar y es 100% hecho en casa.
Así fue como el chico sampedrano, el ‘terror’ de los vecinos en la Colvisula por sus potentes batazos, que almorzaba churros y fresco en el colegio, quien caminaba horas y horas para asistir a los entrenamientos, quien se crió en el país y tuvo sus inicios en el béisbol en su tierra, así como dejó su familia a los 15 años para iniciar la aventura en un país desconocido, logró hacer realidad un sueño al que todos decían que era imposible.
Los otros mejores deportistas hondureños
En la actualidad, es el sampedrano Mauricio Dubón la está rompiendo en la mejor liga de béisbol del mundo: la MLB. El nacido en 1994 se coronó campeón de la Serie Mundial con los Astros de Houston en 2022 y en este 2023 se apoderó del máximo galardón individual de este deporte poco tradicional en nuestro país.
No obstante, en el pasado, hubo otras leyendas. El primer legionario hondureño que puso el nombre de Honduras muy en alto fue José Enrique “La Coneja” Cardona, quien brilló con el Atlético de Madrid de España en la década de los 60’s y 70’s.
Posterior a sus gestas, pasaron más de 30 años para que otro catracho fuera nombrado en otras latitud del Mundo: De San Pedro Sula también salió Óscar David Suazo Velásquez, quien se convirtió en leyenda al convertirse en el goleador del Cagliari de Italia y ser el primer y único jugador hondureño que conquistó la UEFA Champions League. Además, el mundo del fútbol explotó cuando el poderoso Inter de Milán lo fichó en 2008.
En otros deportes, también hemos tenido grandes representantes. El atleta Miguel Ferrera sigue demostrando ser uno de los mejores taekwondista de nuestro país. El catracho volvió a poner en alto la bandera de Honduras en una competencia internacional este año.
Rolando Palacios fue uno de los mejores atletas que forjó Honduras. El velocista ganó seis medallas de oro y dos de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, 17 oros y una plata en Centroamericanos de Atletismo. Así como una medalla de oro en el Campeonato Universitario en Belgrado, Serbia, en 2009 y una plata en los Iberoamericanos de Atletismo en 2010. Alcanzó la cúspide del atletismo cuando entrenaba con el mítico Usain Bolt.
Ana Joselina Fortín fue parte de las primeras nadadores destacadas de Honduras y nos representó en las olimpiadas de Seúl 1988 y Barcelona 1992. Fue multicampeona en esta disciplina a nivel nacional, centroamericano y latinoamericano. También ganó medalla de bronce en el Mundial Máster de Natación Budapest 2017.
Si contamos a los formados en tierras extranjeras, el boxeador Teófimo López es quizás el que mejor ha representado a Honduras. El pugilista de raíces catrachas, pero nacido en Estados Unidos, disputó Juegos Olímpicos en 2016 y se consagró campeón unificado del peso ligero en 2020, siendo nombrado ese año como el mejor boxeador por la Asociación de Escritores de Estados Unidos.