Visitar Jamaica es sinónimo de Bob Marley y es obligatorio conocer el Museo de Bob Marley.
Cada centímetro del museo relata toda la historia y ese legado que dejó Marley tras su muerte en mayo de 1981, aunque para los jamaiquinos, sigue vivo. Su historia es contada en el museo y a los más pequeños los llevan desde que comienzan a dar sus primeros pasos.
El museo fue visitado por un grupo de niños entre dos y tres años de edad. Con mucha felicidad en sus caritas inocentes, lo chiquitines disfrutaron del recorrido y hasta cantaron algunas canciones de Marley.
“One Love, One Heart...”, cantaban los pequeños con mucho orgullo. “Para nuestros niños, aprenderse las canciones de Bob Marley es casi tan fundamental como cantar el himno nacional”, contó Diana, una de las guías en el museo.
El Museo de Bob Marley es tan cuidado por el gobierno de Jamaica que la visita al lugar incluye varias restricciones.
Una de ellas es que en el interior del museo es totalmente prohibido capturar imágenes en video o hacer fotografías. Los visitantes solo pueden hacerlo en la parte exterior y eso nada más abarca su estatua, que adorna la entrada, algunos murales y otros detalles que repasan su carrera artística.