Hombres subidos en andamios. Otros en los postes que sostienen los cables eléctricos. Un buen grupo de trabajadores corriendo de un lado a otro.
En el parque Olímpico de Barra de Tijuca, donde están concentrados la mayor parte de los escenarios que albergarán las actividades durante los Juegos Olímpicos, el apuro es total, pues hay detalles que no han terminado a falta solo de cinco días para el arranque oficial.
Los trabajadores se esfuerzan día y noche, según nos cuentan ellos mismos. 'No paramos. No podemos hacerlo. Tenemos poco tiempo para que todo esté listo', dice Gustavo, uno de los electricistas que estaba haciendo algunas conexiones en el centro acuático María Lenk.
Por otro lado, los carritos de carga también se mueven descontrolados de punta a punta. Llevan materiales y personal para que puedan ir finalizando las obras.
El personal de aseo no se queda atrás, aunque a algunas de mujeres encargadas de hacer este trabajo, les da tiempo hasta de posar para las cámaras frente a los gigantescos aros olímpicos que adornan la plaza central.
A pesar de todo, los organizadores se han comprometido que todo estará funcionando al 100 por ciento antes del 5 de agosto, día que está programada la ceremonia inaugural de los Juegos en el estadio Maracaná.
'La orden es clara. Debemos terminar todo para que los atletas y miles de personas que nos visitarán, puedan disfrutar de una lida fiesta', asegura Ricardo, otro de los empleados que se encargan de darle mantenimiento al Parque.
Los primeros problemas en cuando a la finalización de las obras se dieron la semana anterior cuando delegaciones, como la de Australia y Suecia, decidieron abandonar la Villa Olímpica, pues según ellos no reunía las condiciones necesarias.
Durante las últimas horas, la Villa se ha ido copando de atletas, incluyendo a los de Honduras que poco a poco han ido arribado a Río, como el caso de Teófimo López, Sara Pastrana, Allan Gutiérrez y Joel Pavón.