MONTREAL, CANADÁ.- Ferrari anunció el lunes su intención de apelar la polémica penalización de cinco segundos que le costó el domingo a
Sebastian Vettel la victoria en el
Gran Premio de Canadá de Fórmula 1, celebrado en Montreal.
En una medida que requiere que el equipo italiano apoye formalmente su decisión con nuevas pruebas dentro de las 96 horas, Ferrari mantuvo viva la controversia que siguió a la penalización a mitad de carrera de los comisarios y desembocó en una demostración petulante de furia de parte del piloto alemán.
Vettel fue castigado por hacer un reingreso inseguro al circuito en la vuelta 48 después de correr fuera de pista y por una franja de césped. Su maniobra apretó a Lewis Hamilton (Mercedes) hacia una pared y le impidió tratar de tomar la punta de la prueba.
El alemán siguió liderando la carrera y llegó en primer lugar a la meta, pero después de que se le aplicó la penalización quedó en segunda posición y Hamilton se adjudicó su séptima victoria en Canadá.
Sumamente molesto por la penalización, Vettel lanzó una diatriba contra los comisarios de carrera, se alejó de las entrevistas inmediatas posteriores a la carrera, movió un letrero número dos de su automóvil al vehículo de Hamilton y declaró que la carrera le había sido robada a él y a Ferrari.
El jefe de su equipo, Mattia Binotto, se mantuvo tranquilo, pero desafiante, diciendo que 'ganamos la carrera'.
Más tarde, Ferrari notificó sus intenciones al organismo rector de la F1, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), y ahora tiene hasta el jueves para proporcionar nuevas pruebas para torcer la decisión.
En una medida que requiere que el equipo italiano apoye formalmente su decisión con nuevas pruebas dentro de las 96 horas, Ferrari mantuvo viva la controversia que siguió a la penalización a mitad de carrera de los comisarios y desembocó en una demostración petulante de furia de parte del piloto alemán.
Vettel fue castigado por hacer un reingreso inseguro al circuito en la vuelta 48 después de correr fuera de pista y por una franja de césped. Su maniobra apretó a Lewis Hamilton (Mercedes) hacia una pared y le impidió tratar de tomar la punta de la prueba.
El alemán siguió liderando la carrera y llegó en primer lugar a la meta, pero después de que se le aplicó la penalización quedó en segunda posición y Hamilton se adjudicó su séptima victoria en Canadá.
Sumamente molesto por la penalización, Vettel lanzó una diatriba contra los comisarios de carrera, se alejó de las entrevistas inmediatas posteriores a la carrera, movió un letrero número dos de su automóvil al vehículo de Hamilton y declaró que la carrera le había sido robada a él y a Ferrari.
El jefe de su equipo, Mattia Binotto, se mantuvo tranquilo, pero desafiante, diciendo que 'ganamos la carrera'.
Más tarde, Ferrari notificó sus intenciones al organismo rector de la F1, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), y ahora tiene hasta el jueves para proporcionar nuevas pruebas para torcer la decisión.