Juticalpa, Honduras
Cada vez que habla, exhala fútbol. Jadea. Y con 35 años sigue corriendo como la Rata que llegó a Honduras en 2008 procedente de Tacuarembó; “estoy intacto”, asegura Washington Ramiro Bruschi, uno de los mejores punteros zurdos uruguayos que jugó en Liga Nacional, torneo al que desea volver una vez que diera el “sí, acepto” a la propuesta que llegara de las pampas olanchanas...
- ¿Qué tal, cómo andás, Ramiro? Contanos qué hace una Rata en Olancho.
- Buenas tardes. Gracias a ustedes por siempre estar pendientes de mí. Acá estoy de vuelta en mi país con este proyecto de Los Potros, un equipo que está invirtiendo para subir. Feliz de volver...
Lo dice convencido, mientras escruta un ambiente que tiene patas nuevas en su sala, el de la Liga de Ascenso. “Gracias a Dios el pastor Samuel García me abrió las puertas del equipo y veo un grupo lindo para ascender”; lo dice convencido, mientras repasa mentalmente sus ocho títulos con Olimpia, aquella semifinal ante Motagua en Danlí que fue la puerta de entrada a la gloria blanca o también aquel golazo de chilena al Real España de Mario Zanabria en el 5-0 de una de sus últimas tardes que le sirvieron para construir su reputación.
“Soy mitad uruguayo y mitad hondureño... es lindo regresar y que la gente me pida fotos, me diga ‘¡Hey, Rata!, dónde habías estado’. Quiere decir que dejé una buena imagen y me motiva mucho”.
- Bueno, justamente contame dónde habías estado estos últimos años, Ramiro...
- Después del título contra Marathón del Clausura 2014, el profesor Héctor Vargas decidió sacarme del plantel y me fui a Uruguay, volví a Real España y luego firmé con Escuintla de Guatemala, en donde perdimos tres veces la chance de ascender a Primera, la última en el torneo pasado contra Carchá.
- ¿Por qué Olancho FC y no un equipo de Primera?
- Vos bien sabés cómo es el tema mío. Antes de contratarme, los directivos se dejan llevar por mis lesiones y no por mis condiciones futbolísticas. Sé que en Olimpia me afectaron varias lesiones, pero se olvidan de lo que he hecho en el campo.
- Te referís a los ocho títulos que ganaste con Olimpia. No es poca cosa, ¿eh?
- Era de los extranjeros con más copas, hasta que me fui. Ahora es Fabio. Las lesiones son como un estigma que me persigue, pero el respaldo de la gente me llena de fuerzas para seguir en lo más lindo, jugando al fútbol.
- ¿Estás listo para las canchas de Segunda División?
- Sí, claro. En Guatemala también es igual, hay unas canchas complicadísimas. Mi meta es ascender y volver a jugar de nueva cuenta en la élite del fútbol... ya te imaginás el clásico olanchano ante Juticalpa, sería hermoso subir para que se muestren en Primera División estos muchachos jóvenes que tienen gran calidad.
Decí Bruschi, decí campeón
A decir verdad, el tiempo parece haber pasado de largo en el cuerpo de Washington Ramiro Bruschi. Aquel veloz mediapunta que sorprendió a los corpulentos zagueros Víctor Bernárdez y Osman Chávez en la serie de 2008 (7-2 a favor del León de Juan de Dios Castillo) sabe disimular sus canas con un pelo largo convertido en una corona de rayos multicolores.
“El mejor Olimpia que integré fue el del Clausura 08, con Hendry Thomas, Wilmer Velásquez, Dani Turcios, Fabio de Souza, Milton Núñez. Ahora quiero volver a ser la Rata que todos conocieron”.
Con el traje de gala blanco, la historia recuerda los tres mejores goles del futbolista nacido un 5 de septiembre de 1981, elegidos a la carta y traídos a la memoria por su principal protagonista: “La vaselina a Montreal Impact en Canadá en 2008; el de chilena contra Real España en la goleada 5-0 de 2012 y el globito de media vuelta a Juan Obelar contra Marathón en el año 2009”.
- ¿Qué defensa te sacaba de las casillas... ja, ja, ja?
- Puedo decir que estaban Quiarol Arzú, Víctor la Muma Bernárdez, Osman Chávez. He tenido varios “amigos” en la cancha... ja, ja, ja.
- ¿Qué calificativo le darías a los clásicos Olimpia-Motagua que tantas veces jugaste?
- Son finales con pronóstico reservado. A ninguno le gusta perder. ¿El que más recuerdo? Ese de Danlí y la final de ida del Clausura 2011: desbordé, aporté una asistencia y un gol de cabeza. Son juegos bonitos para jugar, de rompe y raja.
- Hablame de los técnicos: ¿Con quiénes aprendiste?
- Juan Carlos Espinoza, Carlos el Piscis Restrepo, Juan de Dios Castillo, más allá de que me tenía como banca de la banca en ese Olimpia de 2008... ja, ja, ja... hasta que exploté en semifinales.
- Te tenía cortado el Cuate...
- Sí. Recuerdo que Olimpia clasificó a la liguilla dos fechas antes y a Cortés llevó a los que menos jugábamos e hice un gol ante Platense. Luego jugué contra Vida y me fue viendo, hasta que en esa semifinal ante Motagua me hizo ingresar en el segundo tiempo y la pude romper.
- Hablando de romperla, ¿con qué delantero te sentiste mejor en el campo?
- Hubo tres: Wilmer Velásquez, Roger Rojas y Douglas Caetano, con ellos nos entendíamos bien...
- ¿El mejor amigo que te ha dejado el fútbol?
- Fabio de Souza, Nico Cardozo, Juan Obelar, Orlin Vallecillo... amigo, amigo te hablo de Noel Valladares, Carlos Will Mejía, con Roger Rojas siempre estamos en contacto.
- Sentiste la trombosis que afectó a Fabio, entonces.
- Yo estaba en Guatemala y me enteré por Internet. Todo era muy confuso hasta que después le mandé un mensaje y me contó todo. Ahora antes de venirme de Tegus me encontré con él, fuimos a comer y nos pusimos al tanto. Gracias a Dios está jugando de vuelta.
- Y del retiro de Noel Valladares qué pensás.
- Un día nos pusimos a hablar y me dijo ‘ya no quiero jugar más, me retiro’. Noel lo dio todo por la H, pero es una decisión que tarde o temprano se debe tomar...
Al primer pitazo de Roger Espinoza, el DT que lo pidió para este proyecto de ascenso, y en el ocaso del sol olanchano, Ramiro Bruschi estrecha la mano a modo de despedida. “Algunas veces he pensado en el retiro... el fútbol te desgasta, te cansa”, admite; sin embargo, tijera en mano, corta el cable que lo une con el adiós: “Si me ayudan las piernas, quiero jugar cinco años más”...