Paris, Francia
La Europa League conocerá el jueves a los dos equipos que disputarán el 16 de mayo la final de Lyon, con la vuelta de las semifinales, Salzburgo-Marsella y Atlético de Madrid-Arsenal.
Marsella, que ganó 2-0 en la ida en Francia, y Atlético de Madrid, que consiguió un empate 1-1 en Londres, se perfilan como favoritos, pero en eliminatorias que todavía no están sentenciadas.
Los marselleses desconfían de los austríacos, que están invictos esta temporada en su estadio y que ya les vencieron 1-0 durante la fase de grupos de esta competición.
El Marsella, ganador de la Liga de Campeones en 1993, no alcanza una final de un torneo continental desde la que perdió en 2004 en la Copa de la UEFA (anterior nombre de la Europa League) ante el Valencia.
Después de la ida de la pasada semana, el entrenador Rudi Garcia ha insistido en la prudencia pese al resultado positivo para el Marsella: 'Hay que ser humilde, nada está conseguido'.
El Salzburgo ya demostró recientemente de qué es capaz: había perdido 4-2 en la ida de los cuartos de final en Italia ante el Lazio y luego remontó ante el equipo romano con un 4-1 en la vuelta.
'Nos hace falta sangre fría porque no debemos recibir goles. Tenemos que creer en nosotros mismos porque tendremos 30.000 aficionados a nuestro lado', declaró este miércoles el técnico del Salzburgo, Marco Rose.
En la otra semifinal, todo parece más abierto, entre Atlético de Madrid y Arsenal, con un 1-1 que deja las espadas en todo lo alto.
El Atlético, que jugó casi todo el partido con diez hombres, consiguió empatar en la recta final del mismo con un gol de Antoine Griezmann que vale oro y que complica la tarea a los 'Gunners'.
Refuerza al equipo de Diego Simeone su experiencia en las competiciones europeas en la última década, con títulos en la Europa League en 2010 y 2012, y subcampeonatos en 2014 y 2016 en la Liga de Campeones.
En el Arsenal, el objetivo es poder llegar a la final para una despedida por todo lo alto par su entrenador Arsène Wenger, que abandonará el equipo al final del curso tras 22 años en el puesto.
Para los londinenses, ganar la Europa League es además la única opción para jugar la próxima temporada la Liga de Campeones.
La Europa League conocerá el jueves a los dos equipos que disputarán el 16 de mayo la final de Lyon, con la vuelta de las semifinales, Salzburgo-Marsella y Atlético de Madrid-Arsenal.
Marsella, que ganó 2-0 en la ida en Francia, y Atlético de Madrid, que consiguió un empate 1-1 en Londres, se perfilan como favoritos, pero en eliminatorias que todavía no están sentenciadas.
Los marselleses desconfían de los austríacos, que están invictos esta temporada en su estadio y que ya les vencieron 1-0 durante la fase de grupos de esta competición.
El Marsella, ganador de la Liga de Campeones en 1993, no alcanza una final de un torneo continental desde la que perdió en 2004 en la Copa de la UEFA (anterior nombre de la Europa League) ante el Valencia.
Después de la ida de la pasada semana, el entrenador Rudi Garcia ha insistido en la prudencia pese al resultado positivo para el Marsella: 'Hay que ser humilde, nada está conseguido'.
El Salzburgo ya demostró recientemente de qué es capaz: había perdido 4-2 en la ida de los cuartos de final en Italia ante el Lazio y luego remontó ante el equipo romano con un 4-1 en la vuelta.
'Nos hace falta sangre fría porque no debemos recibir goles. Tenemos que creer en nosotros mismos porque tendremos 30.000 aficionados a nuestro lado', declaró este miércoles el técnico del Salzburgo, Marco Rose.
En la otra semifinal, todo parece más abierto, entre Atlético de Madrid y Arsenal, con un 1-1 que deja las espadas en todo lo alto.
El Atlético, que jugó casi todo el partido con diez hombres, consiguió empatar en la recta final del mismo con un gol de Antoine Griezmann que vale oro y que complica la tarea a los 'Gunners'.
Refuerza al equipo de Diego Simeone su experiencia en las competiciones europeas en la última década, con títulos en la Europa League en 2010 y 2012, y subcampeonatos en 2014 y 2016 en la Liga de Campeones.
En el Arsenal, el objetivo es poder llegar a la final para una despedida por todo lo alto par su entrenador Arsène Wenger, que abandonará el equipo al final del curso tras 22 años en el puesto.
Para los londinenses, ganar la Europa League es además la única opción para jugar la próxima temporada la Liga de Campeones.