LA CEIBA, HONDURAS.- El trágico descenso del Vida ante UPNFM es el golpe más fuerte que ha recibido la institución ceibeña porque afecta a sus jugadores, directiva, aficionados y hasta a sus reservas que a pesar de su enorme rendimiento en el torneo juvenil recibieron una mala noticia.
Los cocoteros son líderes del certamen y candidatos a ganarlo, pero el reglamento les jugó en contra y, al finalizar las vueltas regulares quedarán eliminados y sin opción al título.
La regla de la Liga Nacional de Honduras que se refiere al tema descenso indica que: ‘Por tratarse de una categoría formativa, no habrá descenso, y el equipo que dejará de pertenecer a esta categoría será el equipo de reservas del club de primera división que sea declarado el club descendido al término de la temporada’.
Y continua: “El equipo que en la sumatoria de puntos en la tabla general de posiciones de la etapa clasificatoria de los torneos de Apertura y Clausura no alcance los puntos necesarios para no descender, no podrá participar en la Siguiente Fase del Campeonato de Clausura, y en su lugar clasificará el club que ocupe el lugar inmediato inferior”.
La desmotivación es tan grande que los padres de familia de los futbolistas del equipo inferior de los rojos no autorizaron que sus hijos viajaran a Tegucigalpa para jugar el partido ante Lobos por la última fecha del torneo de reservas. Sus 31 puntos en la cima son tan altos que ni perdiendo esas unidades lo bajaron.
De esta manera, el rojo ve como el reglamento de la liga lo saca de un torneo donde es el segundo equipo más ganador con cuatro títulos.
Solo el Olimpia, con nueve, es el que lidera esta categoría. Una pena para el club rojo y una vergüenza de reglamento que castiga a los cipotes.