TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El rescate del sector eléctrico y en especial de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) pasará solo si se sigue un complejo plan que requiere la voluntad de todos los actores involucrados.
Así lo reafirman funcionarios, analistas y representantes del sector privado. Asimismo, reconocen que de seguir primando los intereses particulares sería una tarea casi improbable de concretar.
Según Marlon Tábora, coordinador del Gabinete Económico y encargado de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la agenda y el tema en sí son complejos.
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“Para abordar el tema de reducción de pérdidas primero hay que definir qué pasará con EEH (Empresa Energía Honduras).
Para renegociar contratos primero hay que implementar el nuevo mecanismo de pago”, detalló el funcionario.
El gobierno se comprometió a demostrar avances en los dos años por los que fue firmado el convenio con el FMI. De lo contrario, la situación fiscal empeorará para el Estado, que es el garante de la millonaria deuda de la ENEE que supera los 63,000 millones de lempiras.
Por otro lado, reducir las pérdidas es, a criterio de analistas, el mayor problema a solventar.
La EEH ha incumplido las metas: apenas las bajaron en 3.32% entre 2016 y 2019. En ese lapso debieron reducirse en 10%, según lo establecido en el contrato.
También se busca y se requiere la renegociación de algunos contratos que resultan onerosos para las finanzas de la estatal eléctrica.
A criterio del representante del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Santiago Herrera, el rescate pasa por la “reducción de pérdidas, en primer lugar, readecuación de la deuda, reducción de personal y revisión de algunos contratos, esto último es menos del 5% del problema”.
La ENEE
La división de la ENEE, en tres empresas, es casi un hecho. El gobierno anunció el cambio de gerente, saliendo Jesús Mejía y en su lugar llegó Leonardo Deras, quien ha laborado por años en la estatal y recientemente había sido nombrado como subsecretario de Energía.
Con el cambio de administración lo que procede es tomar control de la empresa y tener las cifras reales.
Deras considera que es necesario tomar medidas drásticas e indica que la prioridad es reducir las millonarias pérdidas.
Para la escisión de la ENEE se adelantó que viene el despido de unos 800 empleados de los 2,200 que existen en la actualidad, ya que las empresas que manejarán la generación, distribución y transmisión deben ser más eficientes.
