Tegucigalpa, Honduras-. El Centro de Investigación y Capacitación Dr. Jesús Aguilar Paz, ubicado en la aldea La Fe, municipio de Ilama, Santa Bárbara, es uno de los seis centros con los que cuenta el Instituto Hondureño del Café (IHCAFE). Este centro destaca por ser la sede del Departamento de Investigación y Desarrollo, desempeñando un papel fundamental en el desarrollo de la caficultura hondureña.
En Sendas del Café, tuvimos la oportunidad de visitar este centro y conocer de primera mano el trabajo que realiza el IHCAFE a través de sus programas. En esta ocasión, profundizamos en dos iniciativas clave para la sostenibilidad y productividad del sector: La producción de semillas por medio de lotes de fundación y la diversificación de fincas.

Garantizando la pureza genética y calidad de las semillas
El IHCAFE, a través de sus centros de investigación, ha establecido parcelas de fundación de semillas con el objetivo de proporcionar a los productores hondureños semillas de variedades mejoradas de alta producción, calidad y pureza genética.
Las parcelas destinadas a la producción de semilla de café reciben un manejo agronómico riguroso durante todo el año. Este incluye control de malezas, nutrición balanceada y medidas fitosanitarias para prevenir plagas y enfermedades. Gracias a estas prácticas, los cafetos desarrollan frutos uniformes y sanos, fundamentales para obtener semillas de alta calidad con un alto porcentaje de germinación.

Una vez alcanzada la madurez óptima, los frutos seleccionados pasan por un cuidadoso proceso de beneficio húmedo, donde se despulpan y fermentan bajo condiciones controladas. Luego, tras el lavado, los granos se clasifican por densidad y se someten a una selección manual para eliminar defectos. Finalmente, la semilla es curada y empacada con un 33 % de humedad antes de su almacenamiento en cuartos fríos (15-17 °C), garantizando su viabilidad y calidad hasta el momento de su distribución.

En este centro de investigación, el IHCAFE produce semillas de café con el objetivo de ofrecer a los productores variedades mejoradas, altamente productivas y con resistencia a plagas y enfermedades. Entre ellas se encuentran ANACAFÉ 14-SHN, PARAINEMA (Líneas 184 y 170), IHCATÚ-75 y OBATÁ-SHN, además de variedades promisorias que están en proceso de evaluación para su futura liberación. Asimismo, en otros centros de investigación del IHCAFE también se lleva a cabo la producción de semillas certificadas, garantizando la disponibilidad de material genético de calidad para el sector cafetalero a nivel nacional.

“Todas estas parcelas deben contar con un manejo agronómico adecuado, control de malezas, sombras reguladas y nutrición balanceada. Para ello, el IHCAFE proporciona análisis de suelo que permiten aplicar fertilizantes en la cantidad exacta, asegurando una maduración uniforme”, expuso el ingeniero Maximino Sagastume responsable del área de producción y diversificación del centro de investigación.

Diversificación de fincas
La unidad Campo Experimental y Diversificación de Fincas busca proporcionar a los productores alternativas económicas complementarias al café, ayudándolos a reducir su dependencia de la cosecha anual. Según la Organización Internacional del Café (OIC), la diversificación puede darse de dos maneras:
• Horizontal: A través de cultivos o actividades económicas alternas.
• Vertical: Mediante la transformación de productos derivados del café.
El IHCAFE pone a disposición de los productores distintas opciones para diversificar sus fincas, tales como:
Producción avícola: Distribución de gallinas ponedoras a partir de la semana 16 o 17, permitiendo a las familias productoras obtener alimento y generar ingresos extra

Cultivo de plátano: Ideal para suelos cafetaleros, contribuye a la economía familiar.
Tilapia: Alternativa rentable que puede integrarse en sistemas agroecológicos.
Además, la institución impulsa la producción de lombrihumus, un abono orgánico altamente nutritivo, elaborado a partir de la pulpa del café mediante el cultivo intensivo de lombriz roja californiana. Este proceso acelera la descomposición de los residuos del beneficio húmedo, transformándolos en un fertilizante natural que mejora la fertilidad del suelo.
“La diversificación es clave para la sostenibilidad de la caficultura en Honduras. No solo mejora la rentabilidad del productor, sino que también le permite adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado”, destacó el especialista del IHCAFE.
Capacitación y asistencia técnica
Para asegurar el éxito de estas estrategias, el IHCAFE ofrece capacitaciones especializadas a través de la Escuela Superior de Café (ESCAFE), donde los productores pueden recibir formación en el manejo de espacios, alimentación y técnicas de producción.
La implementación de estos programas demuestra el compromiso del IHCAFE con la innovación, la sostenibilidad y el fortalecimiento de la familia cafetalera hondureña.