TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La deuda pública de Honduras, tanto interna como externa, registrará en el corto y mediano plazo fuertes vencimientos. En el periodo 2019-2022 se vencen 4,082.2 millones de dólares.
Así lo revela un documento de la Dirección General de Crédito Público (DGCP) de la Secretaría de Finanzas (Sefin). Eso significará para el gobierno destinar más recursos de su presupuesto para cancelar a los acreedores internos y externos.
En deuda interna los vencimientos suman 2,420 millones de dólares en los próximos cuatro años y 1,662.6 millones la deuda externa.
En el periodo 2023-2027, el saldo de la deuda pública a vencer es similar al del periodo analizado anteriormente, al sumar 4,056.1 millones de dólares.
La Secretaría de Finanzas señala que el saldo de la deuda pública es de 10,988.2 millones de dólares, de los que 6,754 millones son externa y 4,234.2 millones de dólares es interna.
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No obstante, las calificadoras internacionales de riesgo como Standard and Poor’s y Moody’s Investor descartan que el gobierno caiga en una situación de impago con los acreedores de la deuda.
Servicio de deuda
La amortización de la deuda interna y externa genera una fuerte presión sobre las finanzas públicas al tener que destinar más recursos para cancelar a los acreedores.
Un ejemplo de lo anterior es que en 2010, de acuerdo con datos de la Sefin, el servicio de la deuda pública del gobierno central fue de 6,254.8 millones de lempiras.
Para 2018 se espera que sume 33,921 millones de lempiras. No obstante, para el próximo ejercicio se ha presupuestado 40,513.2 millones de lempiras.
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Según una fuente de Finanzas, el gobierno no reporta atrasos de pagos con los acreedores internos y externos. Agrega que tampoco se avizoran problemas en el mediano plazo.
Vencimientos
Un análisis de la Sefin indica que la vida promedio de la deuda pública se ha estabilizado en alrededor de ocho años. En el caso de la deuda interna la vida promedio es de 4.8 años, mejorando respecto a 2013 cuando alcanzó 2.7 años.
La vida promedio de la deuda externa ha mostrado una reducción a partir de 2013 como resultado de la colocación de los bonos soberanos. En 2012 la vida promedio era de 13.7 años y para junio 2018 bajó a 10.6.
La Política de Endeudamiento Público (PEP) del gobierno establece que se debe buscar la cartera menos costosa dentro de un nivel de riesgo aceptable
