TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con el auge de las relaciones diplomáticas entre Honduras y China es crucial que no se entregue el manejo nacional de infraestructura crítica a esta nación o cualquier país extranjero para evitar complicar los vínculos con los Estados Unidos de América. Esa es una de las conclusiones del análisis hecho por el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) denominado “Relaciones diplomáticas entre Honduras y China Continental: ventajas y desventajas”, revisado por EL HERALDO.
“Es crucial que Honduras se resista a entregar el manejo nacional de infraestructura crítica a cualquier país extranjero. En Honduras, particularmente la oportunidad de uso dual (logístico y militar) que presentan aeropuertos y puertos marítimos complicaría nuestra relación con Estados Unidos de América”, se resalta.
Palmerola International Airport (PIA), concesionario de la terminal aérea situada en el valle de Comayagua, informó que el gobierno pretendería ceder a los chinos la administración de este aeródromo a cambio de fondos para poder mejorarlo.
En marzo de este año, la actual gestión pública determinó establecer oficialmente lazos diplomáticos con la República Popular China y romper las relaciones con Taiwán.
Maximizar
El documento destaca que “Honduras debe posicionarse estratégicamente para maximizar las ventajas derivadas de su recién establecida relación, mitigando así el riesgo de explotación o de sucumbir al concepto de ayuda atada que suele caracterizar las iniciativas de política exterior de China”.
La primera ronda de negociaciones de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la nación asiática tuvo lugar a inicios de julio pasado y esta semana continuará este proceso que contará con la participación de representantes de la empresa privada. Desde oportunidades comerciales incrementadas, el acceso a bienes y capital a bajo costo al igual que un potencial turístico implicarían ciertas utilidades de las relaciones con el denominado gigante asiático.
Sin embargo, hay desventajas como un desequilibrio comercial, la competencia para las industrias locales y hasta una posible influencia política, advierte el Cohep.