Tegucigalpa, Honduras.-La composición de la deuda pública externa de Honduras cambió a partir de 2020 por una mayor contratación de préstamos comerciales.
Hasta 2019, el 52% del saldo, o sea $3,806 millones de $7,319.1 millones, era deuda concesional. A partir de 2021, la composición varió: el 52.9% de 8,206.3 millones de dólares (equivalente a $4,337.4 millones) era deuda pública externa no concesional o comercial.
Las condiciones financieras de la deuda externa están impactando en las finanzas públicas, ya que cada año hay que destinar más recursos del presupuesto para el pago de capital, intereses y comisiones a los acreedores internacionales. En 2024, el servicio de la deuda pública externa ascendió a 861.6 millones de dólares, superior que los $833.2 millones, según la Sefin.
En el período 2025-2030, los vencimientos sumarán 5,623.8 millones de dólares, de los que $1,800 millones son bonos soberanos. El saldo de la deuda externa de la administración central de Honduras alcanzó 9,304.2 millones al cierre de 2024, de los que $2,000 millones son bonos soberanos.
El Congreso Nacional ha autorizado a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) colocar un nuevo bono soberano por 700 millones de dólares. Expertos consultados sostienen que en este momento colocar un nuevo bono sería a una tasa de 8.79% (riesgo país de 3.96% más tasa SOFR de 4.33% y comisión 0.50%).
Banca multilateral
Dante Mossi, expresidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), uno de los mayores conocedores del tema, sostiene que Honduras ha cumplido con los techos establecidos en el marco de deuda, así como con el servicio de deuda respecto a los ingresos. No obstante, el problema es que la deuda contratada no es concesional y eso ha derivado en amortizaciones más elevadas, lo que termina desplazando gastos e inversiones prioritarios. “La deuda menos concesional son los bonos que Honduras coloca en los mercados de capitales, a plazos de seis a siete años”, añade.
Recomienda al gobierno usar más sus socios tradicionales como el BCIE, el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), el Banco Mundial y la CAF (Corporación Andina de Fomento).
Explica que el capital suscrito con esos organismos financieros internacionales le permite acceso a 4,900 millones de dólares en cuatro años. “Esos préstamos serían a más de 15 años y aunque la tasa no sea necesariamente baja, el plazo le permite bajar el servicio de deuda”, sostiene Mossi.
Para un exsecretario de Finanzas, el acceso a financiamiento de la banca multilateral pasa por mantener una posición financiera balanceada que demuestre capacidad de pago y tener un acuerdo vigente con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Agrega que si el destino del financiamiento es para construir una carretera o un hospital, lo aconsejable es deuda concesional.
Señala que el Gobierno de Honduras ha tenido una aceptable calificación de riesgo, lo que le ha permitido colocar bonos en los mercados de capitales, pero en estos casos los plazos oscilan entre 5 y 10 años, mientras que las tasas de interés son altas. La expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Amparo Canales, indica que la banca multilateral ofrece préstamos con tasas de interés más bajas y a plazos más largos, especialmente para proyectos de desarrollo e infraestructura. Añade que otra opción son los bonos soberanos pero a tasas más altas, así como el acceso a Fondos Verdes para el Clima (GCF) o financiamientos del Banco Mundial y del BID para proyectos sostenibles.
No obstante, Canales sostiene que lo recomendable para reducir la contratación de deuda pública es mejorar la eficiencia del gasto y la recaudación tributaria, así como promover las Alianzas Público-Privadas (APP) para atraer inversión extranjera.
Un análisis de la Sefin sostiene “que el acceso de fondos concesionales es limitado en espacios para países de renta media, ya que sólo pueden acceder a este tipo de recursos los países con economías muy vulnerables, en el caso de Honduras escaló un peldaño y se ubica como país de renta media baja, por lo cual el financiamiento de los nuevos programas y proyectos priorizados por el país se contratan en su mayor porcentaje bajo condiciones de mercado”.