TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un estado de emergencia alimentaria en todo el país fue declarado desde inicios de mayo pasado ordenando la reactivación económica y financiera del Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa), el cual también quedó autorizado para hacer contrataciones directas de servicios y bienes.
Así lo constató EL HERALDO en el PCM 10-2022, cuyo artículo 2 subraya que por “razones de urgencia, eficiencia y rapidez” se faculta a la entidad bancaria estatal a realizar esta acción para su reactivación.
Además, la disposición añade que se podrá emplear a técnicos, agrónomos, personal administrativo y financiero que cumpla con los requisitos de idoneidad “todo con el objeto de responder a la crisis de manera oportuna y en las mejores condiciones de costo y calidad, garantizando su manejo de manera transparente y con veeduría social”.
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Una auditoría interna para cada préstamo otorgado por Banadesa, incluyendo todo proceso logístico y técnico que tenga lugar se instruye en el decreto ejecutivo.
La institución también podrá realizar medidas temporales excepcionales -que no fueron especificadas- para que pueda colocar préstamos dirigidos al sector productivo.
De 458.6 a 1,457.1 millones de lempiras pasó la partida de Banadesa para el presente ejercicio fiscal, lo que implica un incremento de 998.5 millones aprobados con la modificación del Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República para 2022.
Con esos fondos adicionales Banadesa deberá proceder de manera inmediata a su capitalización para que el sector agrícola pueda acceder al financiamiento para la producción, de acuerdo con el artículo 5.
EL HERALDO intentó contactar al presidente de este banco del Estado, Erlyn Menjívar, para conocer los alcances de la aplicación del PCM 10-2022, pero no dio respuesta.
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