Lograr alcanzar la estabilidad financiera es un reto tanto para cada individuo como para cada colectivo. Nuestras agrupaciones más cercanas generalmente son nuestras familias, las cuales representan un conjunto de individuos que pueden ayudar o empeorar las finanzas.
Apostar en la educación temprana sobre el manejo del dinero a sus hijos puede ser uno de los mejores conocimientos que beneficiarán a su familia actual, así como a sus sucesores. Entre más temprano sus familiares entiendan cómo y de dónde proviene el dinero, más fácilmente entenderán el valor del trabajo y sus formas de compensación.
Según expertos consultados, las enseñanzas económicas desde temprana edad proveen mayores posibilidades de ahorro y crecimiento económico. Asimismo, existe un fuerte argumento el cual constata que otorgar la responsabilidad de una mesada a sus dependientes orienta al mejor manejo del dinero.
Bajo esta teoría, se entiende que la mesada en una herramienta de aprendizaje, la cual debe modificarse constantemente dependiendo de sus retrocesos o avances.
Los expertos también indican que el valor del dinero es más fácil de asimilar cuando a través de metas monetarias se observa la completación de las mismas.
Otro método más severo para incursionar en la educación de las finanzas, es permitir de forma controlada que sus relativos se enfrenten con las consecuencias de la mala administración del crédito. Al darse cuenta de que el crédito es un privilegio y no un derecho rápidamente se entiende que si se abusa del mismo se perderá la habilidad de conseguir este tipo de ayuda financiera.
Paralelamente, los expertos indican que al entender el crédito se deben explicar las inversiones. Comprender que al invertir se extiende el crédito y se recolectan los intereses presenta un incentivo para adentrarse al mundo de los negocios.
