TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Cursaba su décima segunda clase a lo largo de tres años en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), pero debido a los contratiempos con los que avanzaba en sus estudios, Saúl Flores comenzó a contemplar la idea de trasladarse a estudiar a un centro privado.
Esta idea tomó fuerza para él, pero el bache financiero por el que cruzaba su familia frenaba su sueño de graduarse lo más pronto posible. Sin embargo, en medio de muchos sacrificios logró matricularse en un centro universitario privado y en menos de tres años logró convertirse en un profesional más del país.
Al igual que Saúl o por circunstancias similares, unos 106,000 hondureños han decidido matricularse de primer ingreso o se han trasladado de una universidad pública al sector privado en los últimos 15 años, según datos de la Dirección de Educación Superior (DES), que la Unidad de Datos de EL HERALDO cotejó desde 2005 hasta 2020.
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Esto para sondear el comportamiento de ingresos a estos centros de educación superior, a los que, según el análisis, hasta diciembre de 2020, las universidades privadas mantienen el 49% de la demanda de estudiantes en Honduras.
Este rotativo evidencia, con estos datos, que desde 2005 a la fecha, el incremento en las universidades privadas ha sido de un 293%.
Asimismo, se constató que al inicio de este análisis el dominio de las públicas era contundente, pues en el 2005 mantenían el 78% de la carga estudiantil sobre el 22% de las privadas, pero la historia fue cambiando con el paso de los años y hasta la última actualización de 2020 la demanda mostró un comportamiento diferente: públicas siempre arriba con el 51%, pero el sector privado ya suma el 49%.
Aunque las privadas hayan aumentado la cantidad de estudiantes matriculados -de los 30,139 que mantenían en 2005 a los 118,413 según datos hasta 2020- aún no superan a las públicas, cuya carga estudiantil supera los 123,783.
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Para Marlon Brevé, exsecretario de Educación y actual rector de Unitec, “el crecimiento se debe a que en las universidades privadas algunas de ellas abren centros asociados en cabeceras departamentales, entonces hay más accesos en ciudades donde no está la Autónoma o la Pedagógica. Las universidades privadas también han comenzado a ofrecer horarios flexibles que permiten que los estudiantes puedan trabajar y estudiar, pueden tomar clases el fin de semana, antes de ir a trabajar”.
Añadió que “otro tema es que las universidades privadas, y sobre todo con la pandemia, fortalecieron sus plataformas virtuales y ahora permite que las clases se den por las plataformas en un porcentaje alto y eso evita que estudiantes de Danlí eviten venir a Tegucigalpa”.
Esto tomando en cuenta que en el otro extremo se encuentran los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, que acapara la mayoría de los universitarios en el país: 123,783 en total. Además, que de Honduras la UNAH es la única que está dentro de las 1,400 mejores universidades del mundo, esto es un eslabón que invita a los estudiantes a decantarse por esta casa de estudios, pero que, pese a esto ha perdido fuerza por problemas internos.
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Y no solo esta universidad ha tenido una baja en la matrícula, la misma situación se replica en el resto de las públicas en Honduras, que en los últimos 15 años solo crecieron un 78%, de acuerdo con las mismas cifras de la Dirección de Educación Superior.
“En la Autónoma no pude entrar porque me quedé en los tres exámenes, pero en la UPN (a la que sí ingresó) no hay tanta oferta, entonces busqué una privada para estudiar lo que yo quería”, dijo Juan Méndez, otro estudiante, quien migró de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) a un centro de estudios privado en el que estudia Derecho.
Este solamente es otro de los muchos casos del porqué los estudiantes que ingresan a un centro universitario prefieren la universidad privada, pese a los altos costos que tendría que asumir para obtener un título universitario.
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Causas
El examen de admisión, la falta de cupos en las clases, inseguridad en lo interno, protestas y tomas de edificios son algunas de las premisas que, según expertos, hacen que los estudiantes migren o se matriculen en primera instancia en centros privados en los últimos años.
De 2016 a 2019, la potencia universitaria en el país, la UNAH, cruzó varios conflictos internos en los que edificios permanecieron tomados durante muchos meses, y desde ese mismo año, según datos, el sector privado se mantuvo al alza.
En ese sentido, el 2016 las privadas custodiaban a 74,278 estudiantes y el 2019 lo culminaron con 124,949, un crecimiento acelerado producto de los problemas internos del sector público.
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Gobierno, el culpable
El incremento en el sector privado solo indica que una crisis se avecina para Honduras porque las personas que viven en austeridad quedarían sin educación superior debido a que el Estado no inyecta recursos económicos suficientes para atender diferentes problemáticas en estas universidades públicas, esto según académicos abordados por EL HERALDO.
Para Russbel Hernández, jefe de investigaciones del Observatorio Universitario de la Educación Nacional e Internacional (Oudeni), esto “es que en las públicas hay una reestructuración presupuestaria fuerte, los presupuestos están establecidos para cierta cantidad de estudiantes, en caso de la UNAH y UPNFM los presupuestos están aprobados para atender cierta cantidad de estudiantes”.
Incluso para el experto, si los “gobiernos incrementaran el presupuesto no habría necesidad de examen de admisión, porque a mayor cantidad de matrículas, mayor presupuesto, pero no es así”.
El también jefe del Instituto de Investigación y Evaluación Educativa de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), aseveró que las situaciones por las que pasan las públicas alargan el proceso para graduarse y al pasar esto, se incrementa el gasto y termina siendo como estudiar en una privada.
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“Eso presiona a los padres para llevarlos a universidades privadas, precisamente porque cuando uno hace una relación de costos, graduarse en 4 años en una universidad privada y graduarse en una universidad pública de 7 u 8 años, porque en las universidades públicas la cantidad de cupos por sección es menor, digamos es menor la cantidad de cursos que se pueden abrir o que los limita el presupuesto”, analizó.
Mientras tanto, el vicerrector de la UNAH, Áyax Irías, aseguró que el gobierno los mantenga limitados y no cumpla ni con el porcentaje pactado, pasa factura en diferentes aspectos que obliga a esta universidad a mantenerse en austeridad y eso repercute en los estudiantes que terminan migrando al sector privado.
“Tampoco contamos con los recursos suficientes. La universidad ni siquiera está recibiendo el 3% del seis que le corresponde. Tenemos que estar priorizando porque nos deben 460 millones del año pasado, 260 millones del año antepasado, más lo de este año, entonces los recursos también son limitados y eso nos restringe de muchas cosas. Esa es una variable que nos está afectando en todos los sentidos”, protestó Irías.
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Este problema de la UNAH se viene arrastrando desde gobierno anterior (Juan Orlando Hernández) producto de la pandemia del covid-19, pero en la nueva administración de la presidenta Xiomara Castro, este adeudo sigue sin ser saldado y al primer trimestre de 2022 se acumulan 935 millones de lempiras
.Lo anterior solo es una puerta abierta para que una nueva crisis surja de la irresponsabilidad de los gobiernos.
“No podemos hacer cosas si no tenemos los fondos. Yo les voy a dar algunos ejemplos de algunas cosas. Por ejemplo, el gobierno empezó a transferir recursos hace unas tres semanas aproximadamente. No nos ha transferido toda la plata, hay que decir que no puede operar solo con sueldos y salarios”, dijo, por su parte, Armando Sarmiento, secretario ejecutivo de Desarrollo Institucional de la UNAH.
“Hay una desigualdad enorme entre los más pobres y los más ricos. Hay problema que si no se atiende esto, se va a privatizar la educación y no porque los padres tienen recursos, sino porque ven que el gobierno no les está creando oportunidades a los pobres y a la clase media y la clase media está haciendo esfuerzos de compromisos para llevar a sus hijos a las privadas para que salgan más temprano”, advirtió Russbel Hernández.
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