A pesar de que el período de encierro en casa comenzó el 16 de marzo recién pasado los criminales no han descansado. La orden de confinamiento para detener el avance del Covid-19, no ha sido obstáculo para salir a la calle a ejercitar su dedo asesino.
Solo entre el 16 de marzo y el 23 de abril, el Sepol registró 263 homicidios, que al compararlos con los 379 que se registraron en el mismo periodo el año pasado, deja una reducción de 116 casos menos.
Pese a la reducción, la cifra sigue siendo alta, de acuerdo con los estándares aceptados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que considera que lo normal son ocho homicidios por cada cien mil habitantes.
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Registro
En el primer trimestre del 2020 (enero, febrero y marzo) Sepol reportó 797 homicidios, 22 menos que en el mismo periodo del año 2019 cuando la cifra alcanzó los 819. Solamente febrero de este año, con 301 homicidios, superó con 28 casos más al mismo mes del 2019.
Asimismo, los datos también reflejan que en lo que va del año 2020 hasta el 22 de abril, han sucedido 948 homicidios. Aunque no ha terminado el mes la cantidad es menor a los 1,065 homicidios ocurridos en los cuatro meses del año anterior.
Otro aspecto es que en abril del año pasado se registraron 246 homicidios y en los primeros 22 días de abril del 2020 ya van 151 casos. En la relación de los datos queda al descubierto que, en ese mes ocurrió un promedio de 6.86 homicidios diarios.
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Actividad criminal
Aquí los sicarios actúan sin el menor temor a ser perseguidos y castigados por los operadores de justicia. Con su continuo accionar criminal, desde el 2017 mantienen una tasa entre 42 y 44 homicidios por cada cien mil habitantes, según datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y de la Sepol.De acuerdo con Migdonia Ayestas, coordinadora del Observatorio de la Violencia de la UNAH, “el accionar delictivo no ha parado, a pesar de la restricción de movimiento. La violencia es un comportamiento que hemos aprendido: No hemos aprendido a lavarnos las manos para evitar la pandemia del Covid-19, menos vamos a aprender a evitar ese comportamiento violento, cuestionó.
Según Ayestas, todas esas manifestaciones que conducen a la violencia como ser las drogas, el negocio ilícito de las armas, los ajustes de cuentas siguen desarrollándose, impulsando a los delincuentes a continuar su accionar delictivo.
“Aquí los delincuentes desafían a la autoridad, no tienen miedo ni a una muerte natural provocada por el Covid-19, aun cuando saben que las otras personas con que se relacionan pueden contagiarlos, y menos van a tener miedo para quitarle la vida a otro”, objetó.
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Incremento
Desde comienzos de la década pasada, Honduras viene de experimentar una ola de violencia escalofriante. En el 2005 el país registraba 30 homicidios por cada cien mil habitantes y para el 2013 ya había alcanzado una tasa de 86.Para hacerle frente a la ola sangrienta, desde el 2014 el gobierno comenzó a fortalecer a los operadores de justicia, utilizando los recursos captados por la Tasa de Seguridad, cuya distribución ejecutada por el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS) supera a la fecha los 20,000 millones de lempiras, con resultados todavía muy pobres.
La tasa de homicidios, en el 2016 bajó a 46.7, luego el siguiente año tuvo un leve descenso ubicándose en 43.6, en el 2018 la tasa cayó al 41.4 homicidios por cada cien mil habitantes. Cuando la sociedad creía que las cifras seguirían en picada, sucedió todo lo contrario, se fue hacia el 44.7 en el 2019.
Ahora con el encierro ordenado por el gobierno para prevenir los contagios de coronavirus, varios expertos que estudian el tema de la violencia creyeron que la violencia criminal se reduciría sustancialmente, sin embargo, las cifras registradas no muestran esa tendencia.
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“En enero hubo una baja de menos siete, en febrero los casos subieron en 28 y en marzo se registraron 43 casos menos. Recordemos de dónde venimos, con tasas de homicidio altas. El año pasado cerramos en relación 2018-2019 un poquito al alza, en relación a los dos años anteriores”, sostuvo el comisionado de policía Jair Meza, portavoz de la Secretaría de Seguridad.
“Este año se ha marcado un descenso, es obvio que estas medidas del estado emergencia en materia de salud, hacen que vayan a la baja; lo ideal es que no hubiere homicidios, pero sabemos ciertas realidades, por ejemplo, el crimen organizado, el crimen común, maras y pandillas tiene un accionar día a día manteniendo este tipo de flagelo”, sostuvo el oficial.
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