Geólogo Maynor Ruiz: “Llevamos 30 años mitigando... debería haber una política que incluya un cambio”

El geólogo del Instituto Hondureño de Ciencias de la Tierra, Maynor Ruiz, afirmó que en el país están establecidas las zonas que son inundables, pero que no existe claridad sobre la política que se debe tomar

El geólogo Maynor Ruiz dijo que “cada vez que se van desarrollando nuevas colonias en las que hay ausencia de estudios geológicos detallados, ausencia de estudios técnicos detallados y que se estén dando permisos en zonas que no deberían poblarse, eso agudiza los problemas de diferentes tipos”.

mié 5 de octubre de 2022 a las 0:0

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Honduras es un país altamente vulnerable al cambio climático, a inundaciones, a deslizamientos y hasta huracanes, sin embargo, miles de personas salen afectadas debido a que no hay un plan de ordenamiento territorial, consideró el geólogo del Instituto Hondureño de Ciencias de la Tierra (Ihcit), Maynor Ruiz.

El también docente universitario dijo que en el país hay al menos 70 zonas de deslizamiento identificadas, que se agudizan con las lluvias. Esto dijo en diálogo con EL HERALDO.

¿Qué tan vulnerable es Honduras?

Tomando en cuenta los eventos que más daño nos hacen, que son las inundaciones y deslizamientos, somos un país bastante vulnerable. El Banco Mundial dice que el 40% de los hondureños viven en zonas de riesgo, ya sea por inundaciones o deslizamientos.

¿Cuántos deslizamientos se reportan en Honduras?

No los hemos contado, solo se tiene idea de los más grandes que han ocurrido y que han afectado a las personas, que son los que se conocen dentro de los censos que levanta Copeco, que son alrededor de unos 70. Cada año va apareciendo uno nuevo, dos o tres... Están desde 1920, hay algunos que son recurrentes; se desliza una parte porque no hay obras de contramedida.

¿Cuáles son algunos de los deslizamientos registrados?

El que le llaman la falla El Metal, que realmente es un deslizamiento, todos los años se activa. Hay uno en la zona de Comayagua y en la zona de occidente hay muchos. La capital también está afectada, pero es por la sobrepoblación; un deslizamiento pequeño va a afectar a muchas familias, como ocurrió en la colonia Guillén.

¿Cuál es la diferencia entre una falla geológica y un deslizamiento?

La falla geológica es una ruptura de la corteza terrestre por respecto de la tectónica de placas y un deslizamiento es un movimiento de masa, de rocas o suelo, que se da por un proceso de saturación y posterior atracción gravitatoria.

¿Cuántas fallas geológicas hay en el país?

Nosotros hicimos un inventario en el Instituto Nacional de Ciencias de la Tierra que incluye fallas mayores de 100 kilómetros. Si mal no recuerdo, hay 120 trazos.

¿Cuáles son algunas de estas fallas?

Las más conocidas son las de La Ceiba, que se activaron en 2009 cuando ocurrió el sismo de Roatán. Luego hay sistemas de fallas en los límites de los valles de Honduras, que algunas tienen actividad sísmica, tienen sismos de magnitud entre 3-5, como máximo.

El país también es vulnerable a inundaciones, ¿qué hacer en estos casos?

Tenemos gente todavía viviendo cerca de los bordos cuando son zonas donde se han hecho infinidades de estudios; estaba viendo que la Secretaría de Infraestructura y Transporte estaba definiendo zonas de afectación... ya hay modelos numéricos que se establecen cuáles son estas zonas de inundación. No existe una claridad en cuanto a la política que se debe de tomar para investigar esa vulnerabilidad.

¿Por qué es importante un plan de ordenamiento territorial?

Llevamos 30 años mitigando. Pasa el evento de inundación y deslizamiento, los ponemos en un albergue, les damos comida y al siguiente verano, antes de diciembre ya están de nuevo en el mismo sitio y en el siguiente año ocurre lo mismo. Debería haber una política nacional que incluya un cambio en cuanto a la gestión del territorio.

¿Cómo contrarrestar la vulnerabilidad de Honduras?

Esto también se mide por la capacidad de respuesta, no solo la respuesta ante el evento, sino previo al evento... Mientras tengamos personas viviendo cerca de las llanuras de inundación, cerca de los ríos, que están plenamente definidas ya, mientras sigamos teniendo personas que viven en zonas donde ya se han identificado deslizamientos, mientras sigamos teniendo la mayor parte de la empresa que genera dinero o empleo concentrada en zonas de riesgo, pues nuestra vulnerabilidad siempre va a ser alta. Se debe presionar para que exista una política de gestión de riesgo.

¿Se está preparado para responder ante una situación de emergencia?

Responderé viendo el ejemplo de ahora: todo el mundo le pide a Copeco que resuelva. La ley lo establece así, pero en las municipalidades me atrevería a decir que el 99% de las municipalidades no tienen un gestor de riesgo, no tienen un geólogo o técnico en geología, no tienen un técnico o especialista en hidráulica e hidrología y tampoco tienen especialista en gestión de ordenamiento territorial.

El país pasa de inundaciones a sequía, ¿podemos hablar de una crisis alimentaria?

Ahorita es el agua, luego viene la sequía. La sequía no solo involucra la reducción de agua para el consumo humano, sino también la pérdida de producción. La sequía nos está afectando por mal manejo del suelo. No hay tecnificación, seguimos cultivando con enseñanzas ancestrales de los Mayas o los españoles.

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