En rezago alumnos hondureños por brecha tecnológica: “¿Qué es internet? No sé qué es”
Un informe de Unicef dice que Honduras solo invierte 1.11 dólares al día por cada niño. El mismo problema se observa en las escuelas, la inversión es mínima, por eso solo el 3% de los centros educativos tienen acceso a internet
Jafeth y su hermano, Kevin, no saben qué es internet. Asisten a la escuela rural Rosa Soriano en El Guayabo, San José, Choluteca. En una sola aula reciben clases 25 estudiantes de diferentes grados.
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Kevin Canales y su hermano Jafeth estaban a escasos metros de la escuela en la que reciben clases. Ese día la maestra no llegó, entonces aprovecharon a bachear todo el día la calle a la altura Coraycito, San José, en el sureño departamento de Choluteca, para ganarse unos lempiras.
Con una pala en la mano derecha y extendiendo la izquierda, les decían a los conductores de los vehículos que pasaban que les regalaran dinero por el trabajo que hacían. Eran las 11:00 de la mañana, justo cuando el sol se vuelve más inclemente, pero a ellos no les importaba.
"¿No van a clases?", preguntó la periodista que se bajó del carro en el que viajaba hasta el municipio de Reitoca, prácticamente a una hora de donde los niños estaban trabajando.
"Sí, pero la profe no vino, creo que está enferma", contestó Kevin, quien a sus 11 años cursa el cuarto grado de básica en la escuela rural Rosa Soriano. Su hermano, Jafeth, estaba al costado, pero cuando miró que el fotógrafo de EL HERALDO Plus caminó hacia la escuela se fue atrás de él.
A simple vista se observaba que era un centro educativo olvidado, de esos en los que todos los niños de la comunidad reciben clases en la única aula construida, sin importar el grado académico.
La escuela era como un cuarto de una sola pieza, tenía un par de sillas llenas de polvo y en mal estado, una pizarra y restos de hojas que se metían por las barandillas. En una de las sillas había una caja con víveres, de los que entregan como merienda escolar.
"¿Les dan clases de computación o tienen internet en la escuela?", consultó la periodista, mientras el niño tiraba tierra en uno de los hoyos que tenía la calle.
"¿Qué es internet?", respondió Kevin. "No sé qué es eso", continuó diciendo.
Al ver el aula era evidente que no estaba dentro de las 500 escuelas con cobertura, sin embargo, nadie se imaginaría que en un municipio ubicado a casi dos horas de la capital (Tegucigalpa y Comayagüela) los niños no sabrían nada sobre tecnología.
En Honduras es más normal de lo que creemos, pues solo el 3% de los centros educativos del país tienen acceso a internet. ¿Cómo lo sabemos? A nivel nacional tenemos 17,525 planteles educativos, de los que solo 2,589 tienen laboratorios de computación, pero al hablar de cobertura la brecha es menor: solo 500 cuentan con el servicio.
A esto sumamos que los niños que tampoco tienen internet en sus casas, como es el caso de Kevin y Jafeth.
En la vivienda sus dos hermanas mayores son las únicas con celular; tienen un teléfono móvil de los que solo sirven para llamar y enviar mensajes. Las condiciones económicas de la familia no les dan para más.
No son los únicos con ese problema, la situación en esa comunidad es tan preocupante que durante la pandemia del covid-19 los niños no recibieron clases porque la maestra no tenía cómo comunicarse con ellos. "En la casa les estuvimos enseñando", comentó Bessy Hernández, hermana de Kevin y Jafeth.
Es un problema constante
La casa donde vive Kevin y Jafeth es de adobe, el suelo de tierra y el techo de lámina zinc. Apenas tienen acceso a luz y el agua es escasa.
La escuela es como un refugio para los niños porque de vez en cuando les dan comida, sin embargo, la enseñanza depende de una sola maestra y no cuentan con materiales actualizados o equipos tecnológicos.
Allí asisten 25 estudiantes de primero a sexto grado y, aunque sí saben qué es un teléfono celular, en muchos casos nunca han navegado en internet. No tienen cómo.
El estudio "Análisis de situación de la niñez y la adolescencia en Honduras", publicado en 2022 por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), evidencia que durante la pandemia esta fue una de las causas de deserción, ya que el 25% de los hogares no tenían internet para realizar clases virtuales y el 24% no continuó porque los centros educativos no les daban opciones para seguir en el sistema.
"A ello se añaden otras dificultades severas: no pueden pagar la mensualidad en las escuelas y/o las niñas, niños y adolescentes no saben cómo utilizar las plataformas o no quieren hacerlo", señala parte del documento.
Estos porcentajes no están nada alejados de las cifras de la Secretaría de Educación, pues para 2020 la matrícula escolar superó los 1.3 millones de estudiantes, pero 681,960 no tenían acceso a internet. A la fecha la situación sigue igual.
"Hoy en día la vanguardia es la tecnología. Ahora todo el mundo anda un teléfono inteligente, nos comunicamos por Zoom, Google Meet u otras plataformas, tener internet nos permite actualizar a los niños y que vayan preparados para su educación secundaria y universitaria", señaló Sara Ordóñez, directora de la escuela José Cecilio del Valle, ubicada en la aldea El Llano, en la comunidad de Opinuca, La Venta, Francisco Morazán.
Al igual que en la escuela Rosa Soriano, en la José Cecilio del Valle tampoco tienen acceso a internet. La única diferencia es que la segunda tiene más aulas, más estudiantes y, por lo tanto, más maestros.
Las condiciones de infraestructura también son limitadas porque en ambas escuelas carecen de material didáctico; los profesores se ven orillados a imprimir en hojas de papel información que contribuya al conocimiento de los estudiantes, porque viven en una zona donde la red es limitada, sin hablar del acceso a internet.
La escuela ejemplifica lo que sucede en Francisco Morazán, pese a ser el departamento que alberga la capital política de Honduras. Este punto geográfico es uno de los más afectados por la falta de internet en las escuelas, según cifras de Educación.
En 2020 la matrícula fue de 209,818 estudiantes, pero el 32% no tenía internet. Lo mismo pasó con Cortés, pues el 41% de los 189,622 educandos inscritos no tenía acceso a red.
Las cifras, incluso, evidencian que la problemática se concentra en la zona centro-sur, ya que otros departamentos que tienen mayor número de escolares sin acceso a internet viven en Olancho, Lempira, Comayagua, El Paraíso y Choluteca.
"El llamado a las autoridades es para que se preocupen por la educación a nivel nacional, ya que la educación es el alma de los pueblos y un pueblo educado es un pueblo pensante", instó la directora de la escuela José Cecilio del Valle.
El alcalde de Reitoca, Marlon Osorto, también pidió a las autoridades invertir en tecnología en las escuelas y colegios, ya que en ese municipio "el 80% de los centros educativos no tienen acceso a internet por lo quebrado que es el municipio y la cobertura no llega hasta sus diferentes lugares".
En ese municipio tuvieron que esperar décadas para que las autoridades repararan parte de la calle, lo que representa una esperanza porque al terminarla los pobladores también aspiran a que las compañías de telefonía móvil le apuesten a la cobertura y que el Estado haga lo mismo en las escuelas.
Inversión
Honduras es uno de los países que menos invierte en niñez. El estudio de Unicef "Análisis de situación de la niñez y la adolescencia en Honduras" cuestiona que "la Inversión en la niñez ha disminuido desde el 2013 cuando era el 8.5% del PIB, bajando al 2018 al 6.0% del PIB. Esto significó que se invertía $398.4 anuales per cápita, y que diariamente esta inversión llegaba a $1.11 por niño".
Esto significa que el país apenas invertía 27.29 lempiras (al cambio actual) por Kevin y la misma cantidad por Jafeth.
Incluso, el documento menciona que "la pobreza es uno de los determinantes más graves para el no cumplimiento de los derechos de la niñez y adolescencia".
Dentro de estos derechos está el acceso a la educación de calidad. En su plan de gobierno, la presidenta Xiomara Castro prometió realizar mejoras en el sistema educativo, mismas que están implementando -de forma paulatina- a través de un modelo de negocio sostenible, según conoció este rotativo.
El trabajo lo realizan con apoyo de organizaciones internacionales, como Unicef, para que al cierre de 2026 haya un millón de estudiantes con conectividad y dispositivos tecnológicos en sus escuelas.
Actualmente son 500 centros educativos que ya tienen red. Por ejemplo, el centro educativo Inmaculada Concepción, ubicado en la capital de Honduras, está entre las escuelas con categoría "con todas las herramientas necesarias", pues fue dotado de 92 dispositivos para los estudiantes, 20 megabits por segundo de internet y dos equipos wifi.
Además, cuenta con programas formativos para los docentes, todo a través del Programa Nacional de Transformación Educativa Digital (PNTED) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
EL HERALDO Plus tuvo acceso al mapa de conectividad escolar en Honduras, sin embargo, la mayoría de las escuelas aparecen en rojo (sin herramientas de transformación digital), otros centros están en amarillo, es decir, tienen pocas herramientas disponibles.
Los centros en verde son los que ya fueron equipados y cumples con los cinco elementos (dispositivos, acceso a internet, plataformas digitales, capacitación docente y participación de las comunidades).
Javier Donaire, director de la Unidad del Sistema Nacional de Información Educativa de Honduras (Usinieh) de la Secretaría de Educación, dijo a EL HERALDO Plus que en este 2024 "la tarea será más amplia", pues para 2026 quieren lograr una cobertura sostenible en 10 mil centros educativos.
Mientras eso pasa, las escuelas y colegios sin cobertura "deben ser pacientes", pidió, pues esperan que el proyecto sea sostenible y que al iniciar no culmine con los cambios de gobierno.