Inconformidad social frenaría a los políticos tradicionales en Honduras

El desencanto social de los modelos tradicionales, sea de derecha o izquierda, provocaría que en Honduras que la población se decida por personajes emergentes de pensamiento libertario, como ocurrió en Ecuador y posiblemente en Argentina, según expertos

En Honduras, las elecciones presidenciales están fijadas para el 30 de noviembre de 2025, es decir, aún resta un poco más de dos años para su celebración.

sáb 21 de octubre de 2023 a las 0:0

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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Marvin Estrada, un taxista de 50 años, dijo a EL HERALDO Plus que, aunque hacen falta más de dos años para que Honduras elija a un nuevo presidente, “espero con ansias las elecciones porque quienes nos gobiernan no tienen intenciones de que este país sea distinto”.

A Honduras, por ejemplo, le agobia la corrupción, la criminalidad (pese al estado de excepción de diciembre de 2022), la pobreza, el desempleo, el débil sistema sanitario y la educación limitada.

Pero los rampantes problemas de Honduras no son recientes: históricamente el país ha vivido en condiciones que han obligado a sus ciudadanos a migrar hacia otras naciones.

Y para la ciudadanía, las afecciones del hondureño son patrocinadas por la clase política, “aprovechándose de discursos seductores para llegar al poder”.

Y como en buena parte de América Latina, las convulsiones sociales también están presentes. Pero eso ha permitido que el electorado en algunos países se haya declinado (o piense en hacerlo) por personas que se muestran distintas al típico político.

Por ejemplo, en Ecuador, que el domingo celebró la segunda vuelta presidencial, la población eligió a Daniel Noboa, un tipo de 35 años (la edad mínima para el cargo) y sin mayor experiencia política ni en administración pública.

Pero a Noboa, hijo del hombre mas rico de Ecuador, su discurso liberal, así como la presentación de un tipo exitoso que tiene helicóptero, con estudios en Estados Unidos, que corre diariamente y que hace pesas, le fue suficiente para hacer historia.

Más cerca de la Patagonia está Javier Milei, en Argentina, que mañana celebrará las elecciones presidenciales de la primera vuelta con cinco contendientes.

Según las encuestas de intención de voto, Miley, un economista libertario de 52 años, lidera con el 34,6%, mientras que Sergio Massa, el candidato oficialista, le sigue con el 30,4%, lo que supone que estos dos irán a una segunda vuelta.

Milei, un amante de los perros, ha sacudido los debates políticos de los últimos años con propuestas como dolarizar la economia, privatizar las empresas publicas del estado y cerrar el Banco Central, así la compraventa de armas, la venta de órganos, su oposición a la legalizacion del aborto ya la educación en temas de género e identidad en las escuelas públicas.

Este tipo, de oratoria flamígera, ha conectado con los electores más jóvenes, descontentos con el actual estado de Argentina, por su crítica directa a los sectores tradicionales de la política de ese país, a quienes llama de forma despectiva la “casta”.

Una lección para la población

“¿Cuándo llegará alguien que cambie el rumbo de Honduras?”, preguntó Araceli Cruz, una ama de casa que lamentó que sus dos hijos, ambos graduados en la universidad pública del país, no encuentren trabajo.

Más allá de la inconformidad de la población hondureña con la administración vigente, la de la primera mujer presidenta y con un gobierno de izquierda, significa, para analistas consultados por EL HERALDO Plus, una oportunidad de cambio.

“Las reacciones que tiene la gente están alineadas al sentimiento de para qué sirve un Estado grande si es corrupto, que los gobernantes de ahora se comportan como los de antes y que la derecha y la izquierda son lo mismo”, explicó Lester Ramírez, analista político.

Dice el experto que, ante eso, en Honduras puede surgir una figura antisistema, que conecta a través de su discurso con los problemas de la ciudadanía.

“Por ahí va a salir alguien que va a venir a mover el tapete con un mensaje agresivo y antisistémico. Y la gente dirá: este es el Milei hondureño”, planteó.

Ante el escenario de Ecuador, ya consumado, y el de Argentina, que mañana tendrá un desenlace a primera o segunda vuelta, Ramírez dijo que las lecciones son para que la población hondureña cambie los criterios de escogencia electoral en función de que el comportamiento político no cambiará.

“Lo que acontece en la política internacional no es un mensaje para el oficialismo o el político, es un mensaje para la gran masa insatisfecha que quiere un cambio”, aseguró.

Si el argentino Milei gana las elecciones (en primera o en segunda vuelta), “el discurso antisistema afectará al actual partido de gobierno en Honduras porque es un discurso contradictorio al de la izquierda”, añadió.

Mencionó que, pese a que los discursos de la izquierda han sido destacados por ser sociales, en la actualidad “son oratorias que no se ven contrastadas, una vez que llegan al poder, con la realidad del plan que ejecutan”.

El exdirector de Gobernanza y Transparencia de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ) analizó que podría surgir un “Milei hondureño”, aunque en la actualidad no se observan personajes que puedan asumir el papel.

“Quien surja, aunque por el momento no se a alguien así, tiene que ser una personalidad: un empresario, por ejemplo, o no me sorprendería alguien del fútbol. Pero lo que es claro es que usará el discurso antisistema, como el de Milei”, comentó.

Desencanto con el modelo tradicional

Sandra Ponce, decana de Posgrado de la Universidad José Cecilio del Valle de Tegucigalpa, dijo que una de las claves de los políticos outsider (que no definen como parte de un grupo en concreto) es el fallido funcionamiento de los modelos tradicionales, que no le resuelven a la población.

“Estos políticos resultan por el desencanto de la ciudadanía con el sistema democrático que queda en deuda, que se queda a medio camino porque no satisface las necesidades de las personas”, expresó.

No obstante, señaló que los problemas que llevan a que los políticos histriónicos emergen en un país no proceden de la democracia.

“La gente está enojada y no escucha las propuestas (...) se habla de un voto negativo que trata de castigar, de sacar, como lo hemos visto aquí (en Honduras), y lo hemos visto en otros países”, opinó en Frente a Frente.

Por su parte, Ilich Cálix, presidente del Partido Libertario de Honduras, demostró que el fenómeno de los políticos que mueven masas, como Javier Milei en Argentina, buscan cambios en el engranaje del Estado producto de las décadas de corrupción de los antecesores.

”La enfermedad del siglo pasado (XX) fue el socialismo y una derecha timorata y corrupta. Lo que ahora se busca son los cambios y libertades”, afirmó.

“Tenemos aquí cerca, en El Salvador, por ejemplo, a (Nayib) Bukele que, aunque no diga abiertamente que es libertario, está aplicando medidas de la libertad: reducción del Estado, reducción de impuestos, procurar la vida, procurar la propiedad privada. y atraer inversión extranjera”, señaló.

Añadió que “ya discursos extremos de ultraderecha y ultraizquierda no abonan. La juventud está cansada de esos discursos; lo que queremos es una clase política que en realidad nos traiga prosperidad, un futuro”.

En Honduras, las elecciones presidenciales están fijadas para el 30 de noviembre de 2025, es decir, aún resta un poco más de dos años para su celebración.

Pero gran parte de la sociedad está inconforme con la administración actual porque no ha visto cambios en la generación de empleos, en la seguridad, la educación y la salud, por ejemplo.

Y, a juzgar por la visión de los analistas, de ese descontento pueden sugir dos cosas en Honduras: que una figura relativamente exitosa participó en la política para que la población se vuelque en su favor por sus ideas libertarias.

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