Invasiones, deforestación, agricultura y ganado acechan Lago de Yojoa
A pesar que quitaron los muelles, ahora proliferan covachas, cultivos y ganado. Invasores cercan y toman control del área protegida del Lago de Yojoa, constató EL HERALDO Plus
La contaminación sigue acechando al Lago de Yojoa, con invasiones, deforestación, ganadería y cultivos sin control de las autoridades.
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Área protegida, justicia municipal de Zacapa, no a la caza”, decía un rótulo de advertencia elaborado de forma artesanal que permanece clavado en un árbol, a la orilla de una calle de tierra que sirve como borda en la parte de atrás del Lago de Yojoa. Sin embargo, todo indica que a nadie le importa.
A poca distancia de la calle se puede ver el agua reposada del embalse natural, declarado como área protegida bajo el decreto No. 71 en 1971. El lago debería estar rodeado de un bosque natural bien conservado, pero es al contrario, lo que hay son cercos de alambre de púas, incluso dentro del sitio se ven lotificaciones, sin que la autoridad nacional tome medidas.
La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus recorrió las zonas de Comayagua, Santa Bárbara y Cortés donde se ubica esta maravilla natural de origen volcánico, que cada año que pasa se ve amenazada por la inconsciencia humana, la ganadería, la depredación del bosque y la agricultura.
La destrucción de los muelles de los restaurantes que operan en la zona solo fue una pequeña parte de las amenazas que invaden a esta belleza natural, que urge de una intervención más enérgica.
Al avanzar por el lado de San Pedro de Zacapa, Santa Bárbara, llamó la atención la presencia de un ganado regordete pastando en los humedales y refrescándose bajo uno de los pocos árboles que existen, a pocos pasos del agua del embalse.
Lo curioso fue ver entre las vacas a una especie de toros negros, con los cachos enrollados, más gordos de lo normal y que miraban con atención, como dispuestos a atacar al equipo periodístico que les hacía fotografías.
Al terminar de recorrer la borda, se choca con una montaña con un rótulo de “Propiedad privada” en letras rojas y una especie de camino que conduce al lago, donde varios caballos se paseaban mientras comían zacate. Se notaba que recientemente habían levantado un cerco de púas.
Uno de los habitantes de la zona se acercó y expresó que “el problema aquí es que el lago no tiene dueño, aquí hay personas poderosas que cercan adentro de donde se inunda, meten animales y siembran cultivos, pero nadie les dice nada”.
El hombre, de avanzada edad y quien pidió el anonimato debido a que en la zona se juegan intereses grandes por controlar los predios de la reserva natural, contó que “esos animales que usted ve allí no son toros, son búfalos que trajeron y los metieron al lago y no se sabe si tienen autorización”.
El humilde labriego afirmó que un terrateniente de la zona llegó con una pareja de búfalos, pero como tienen todas las condiciones en los humedales de lago para reproducirse, la población ha aumentado. “Solo se escucha que salen corriendo y se meten al agua”.
Invasores buscan el lago
Lo más preocupante para los nativos de la zona es el acecho humano, debido a que las invasiones están proliferando, sin que exista control por parte de las autoridades locales y a nivel del gobierno central.
Con el paso de los años, se construyeron mansiones, pequeñas granjas y prósperos negocios como restaurantes y hoteles en los humedales del Lago de Yojoa, hasta una carretera, la CA-5 Norte, que contribuye a la contaminación.
Hoy en día, la amenaza es peor, debido a que toda la cuenca, desde la bajada de Taulabé, Comayagua, ha sido invadida por personas que han hecho casas improvisadas de lámina, plástico y madera, incluso han cercado al estilo de lotificaciones, siendo una grave amenaza para el ecosistema.
En ambos extremos de la carretera CA-5 Norte hay grupos de organizaciones campesinas, muchas atraídas por las riquezas naturales del embalse, la fertilidad de la tierra y amparados que las autoridades no les impiden que realicen este tipo de acciones.
En varios terrenos dentro de los humedales se pueden ver rótulos con la advertencia de que la propiedad es “privada”, en otros sectores aledaños hay guardias de seguridad privada en casuchas cuidando.
La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus comprobó que en la cuenca hay grandes plantaciones de maíz, incluso, dentro del Lago de Yojoa, así como siembros de plátano, yuca y cacao.
También hay áreas completamente deforestadas.
Pobladores de la zona expresaron que todos los humedales (áreas que permanecen inundadas por períodos considerables de tiempo) del Lago de Yojoa deberían estar libres de toda actividad humana y lo que tiene que existir es el bosque, en especial del árbol de gualiqueme, que es el que mejor se adapta a ese tipo de ecosistema.
El área total del sitio Ramsar (llamada así por el convenio del mismo nombre que protege los humedales) en el Lago de Yojoa es de 44,253 hectáreas (unos 442 kilómetros cuadrados), con un espejo de agua dulce de unos 82.3 kilómetros cuadrados, el más grande de Honduras creado de forma natural.
La Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional, denominado también Convención de Ramsar, es un tratado intergubernamental que sirve de marco para la acción nacional y la cooperación internacional en pro de la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos.
Alexis Oliva, director ejecutivo de la Asociación de Municipios del Lago de Yojoa y su Área de Influencia (Amuprolago), explicó a la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus que el problema es que el embalse natural es muy atractivo, así que mucha gente tiene títulos de propiedad sin delimitaciones claras.
Años atrás se aprobó la denominada Ley 638.15 metros sobre el nivel de mar, que ha sido la máxima crecida que ha tenido el Lago de Yojoa en su historia, eso quiere decir, que después de ese nivel, deben existir 100 metros lineales hacia afuera que se establecen como una línea de protección del lago, pero en muchos sectores no se respeta.
Cuando se generan invasiones y delitos ambientales, se aplica la Ley 638.15 y se hacen informes técnicos para que el Ministerio Público (MP) o el mismo Instituto de Conservación Forestal (ICF) pueda atender las denuncias y problemática.
Solo la carretera CA-5 Norte genera una gran presión al lago, como el tema de los restaurantes. Si solo fuera un establecimiento, no sería un fuerte impacto ambiental, pero 72 juntos sí se vuelven un problema serio y por eso se han ido regulado, explicaron expertos.
Títulos de propiedad
Con el paso del tiempo, los habitantes de la zona han ido legalizando los terrenos, pero el Instituto de la Propiedad falló al no establecer un límite hacia dentro del Lago de Yojoa.
Por ejemplo, si alguien tiene 1,000 metros cuadrados de terrenos, el documento le dice que al norte colinda con la carretera CA-5 Norte, al este con otro propietario, al oeste con otra persona y al sur con el Lago de Yojoa, pero sin especificar hasta dónde.
Entonces, la gente construyó en el bien nacional y se apropió de algo que pertenece al Estado. Como muchas veces no hay controles o quien aplique la justicia, las familias se quedan viviendo en la zona, expresó Oliva.
Hay muchas invasiones que se han establecido en los alrededores de la cuenca y eso se convierte en una amenaza. Puede ser que haya gente que invade por necesidad, pero hay otros que lo realizan como oficio o negocio, alertaron.
En años anteriores se vio que muchos de los terrenos de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), ubicados alrededor de la cuenca del Lago de Yojoa, fueron invadidos y nadie los detuvo, generando muchos problemas de contaminación y deforestación.
La modalidad no se detiene, pues ahora se está viendo una mayor presión de nuevos asentamientos humanos a la orilla de la carretera y en la cuenca, supuestamente son grupos campesinos.
El dirigente ambiental recordó que ya hicieron una reunión con los invasores de la orilla de la carretera, con autoridades del gobierno y representantes de la Concesionaria Vial de Honduras (Covi) -pues al concesionario le corresponde preservar esa área-, pero no pueden tomar acciones, ya que corresponde al gobierno.
Se estima que este refugio natural alberga unas 420 especies de aves, entre residentes y migratorias. Algunas son endémicas y otras especies con categoría de amenazadas en listados nacionales e internacionales.
Sobre los búfalos, Oliva constató que el problema fue que a la persona que los llevó se le volvieron demasiado salvajes, al grado que llegó un momento que ya no los pudo controlar, dañando el humedal.
Otro de los factores que afectan es que muchas veces los gobiernos locales son parte de los procesos que dañan el ambiente, además las Unidades Municipales Ambientales (UMA) no son sostenibles, al grado que en Santa Cruz de Yojoa hace poco despidieron al director y no hay nadie que atienda ese tipo de problemas.
Deforestación
Una de las principales fuentes que proveen agua al Lago de Yojoa es el Parque Nacional Cerro Azul Meámbar (Panacam), donde se encuentra el embalse Yure, que retiene el agua en el invierno y luego lo envía por medio del canal Varsovia.
Esta reserva forestal está sufriendo la depredación del bosque, debido a que está proliferando el cultivo de piña y algunos productores descombran frondosos árboles, además han habilitado calles para entrar a las nuevas parcelas y cada vez más se ven los cerros deforestados.
La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus recorrió parte de este bosque, viendo los enormes espacios convertidos en parcelas y árboles quemados donde el suelo ya estaba listo para la siembra.
Algunas corrientes se veían secas. Según algunos pobladores, se debe a la intensa sequía, también este año los incendios forestales -difíciles de controlar- azotaron el área, pero los defensores del ambiente insisten en que la mano criminal del hombre está matando lentamente la reserva.
Melquisedec Díaz, coordinador del ICF en la zona, aseguró que han conformado una fuerza de tarea integrada por el MP, la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas (FFAA) y la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna).
Explicó que los cambios de suelo en la zona se debe a la ganadería extensiva, la agricultura y las invasiones, por lo cual están interviniendo todas esas áreas.
En el caso de las invasiones, hacen informes de campo para que el MP decida qué procede.
El funcionario explicó que las áreas protegidas son nacionales, pero la cultura de la población es tomar las áreas protegidas de una forma ilegal. En el caso del Lago de Yojoa es prohibido cualquier construcción que afecte a los humedales, recordó.
Díaz indicó que tampoco está restringido por completo el tema de los asentamientos humanos, pero deben ser bajo control, respetando las restricciones y evitando las invasiones con nuevas construcciones.
“En este momento estamos trabajando en el tema de cero deforestación al 2029, se está haciendo en conjunto con diferentes actores, y se están identificando las zonas afectadas de las áreas protegidas, porque allí no tiene que existir la agricultura, la ganadería extensiva y las invasiones”, señaló.