“No tenemos los 30 millones de lempiras para el puente Bailey”: Alcaldesa de Ojos de Agua
Xiomara Ulloa, alcaldesa de Ojos de Agua, Comayagua, comentó sobre el riesgo que viven al utilizar un puente de hamaca para llegar a su comunidad, mientras 106 metros de estructuras modulares tipo puente Bailey están abandonadas
Xiomara Ulloa, alcaldesa de Ojos de Agua, Comayagua conversó con EL HERALDO
Por:
2:54 min. de lectura
OJOS DE AGUA, COMAYAGUA.- “Hicimos el cálculo, ocupamos 30 millones de lempiras para poder instalar el puente Bailey, como Alcaldía no tenemos esos fondos y hemos enviado diversas solicitudes a la Secretaría de Infraestructura, pero no responden”, lamentó Xiomara Ulloa, alcaldesa de Ojos de Agua, Comayagua, a EL HERALDO Plus.
La hondureña dialogó con EL HERALDO Plus sobre la necesidad que tiene esa comunidad para estar comunicados, pues usan un puente de hamaca. Estas fueron sus declaraciones.
¿Por qué continúa abandonado el puente Bailey que llegó a la comunidad después de las tormentas Eta y Iota?
Falta de voluntad. Hemos hecho gestiones hasta ya no más, la gente ya ni cree que en eso es que andamos, de tanto que me han visto por todos lados, han venido de la SIT a realizar algunos levantamientos, pero nada concreto, tampoco el FHIS, hemos mandando solicitudes, han realizado dos levantamientos de información, mandaron una abogada que dijo que para el verano 2024, pero nadie volvió.
¿Las piezas se están oxidando, permanece completo?
Hicieron un levantamiento porque decían que faltaban piezas, al final informaron que es una pieza que ellos le llaman “nariz”, supongo que es la parte frontal, aproximaciones o acercamientos, pero también dijeron que está en el Batallón de Ingenieros, entonces no sería problema porque solo sería moverla del batallón en Siguatepeque.
¿Cuánto tiempo lleva ese puente tirado?
Quedamos sin puente el 6 de noviembre del 2020 durante los huracanes Eta y Iota, como Alcaldía no tenemos la capacidad para un proyecto de esa magnitud, nuestra recaudación de impuestos lo más que puede llegar es a dos millones de lempiras y de ahí no pasa; ese puente es vital sin él estamos incomunicados.
¿Tiene idea usted del valor del puente Bailey que dejaron abandonado?
Si, son mas de 40 millones de lempiras que vale ese puente, alquilamos el terreno en donde está, pagamos cuatro mil lempiras al mes, primero eran ocho mil pero cuando vi que iba para largo le dije al dueño que no podíamos darle eso, al final me puede reparar por estar pagando algo que no, ya hemos desembolsado mas de 100 mil lempiras.
¿Alguna esperanza por otro lado para poder instalarlo?
Me alegró la visita que nos hizo Comando Sur, yo les hablé del puente y los llevé, ellos se sorprendieron porque no sabían que contábamos con esa estructura y una vez que la vieron pues dijeron que la mayoría ya estaba y que lo que faltaba era menos y dijeron que iban a ver de que forma podían gestionar porque ya han hecho ese tipo de proyectos nos dijeron, entonces eso sería lo mas reciente.
¿Al gobierno cuándo enviaron la última solicitud?
Reciente, en la emergencia de estas últimas lluvias, menos de un mes, exactamente el 27 de noviembre, lo hicimos porque íbamos a quedar incomunicados más de dos mil personas, más los habitantes de La Trinidad y Meámbar.
¿Qué me puede comentar de ese puente de hamaca que utilizan?
Nosotros le damos mantenimiento, tenemos temor que pueda pasar lo que sucedió en Santa Bárbara, tratamos de mantener piezas de madera, tornillería, tensores y lo intervenimos cada vez que miramos que está débil; ahorita está flojo, si se fija al pasar por el mero centro del puente tiende a inclinarse a un lado, pareciera que solo con una tragedia van a prestarnos atención.
¿Perdieron la esperanza de ver instalado ese puente Bailey?
Por ratitos, cuando hablamos de cerca con el ministro, diputados, sentimos la esperanza como que ya va llegar y así nos llevan bajo engaños y mentiras; la gente sabe que la capacidad de la Alcaldía no es para endeudarse de esa manera y que no está a nivel de nosotros, en el caso de los diputados poco o nada, parece que no pasaran por ahí y vienen a sus propiedades a cada rato o por temas de política.