“Sentí morir”: del hondo agujero de las drogas a ayudar a otros en rehabilitación
Los procesos son diferentes, cada caso es particular, pero lo que tienen en común es que la mayoría quiere salir del mundo de las drogas y comenzar una nueva vida a través de Proyecto Victoria
Proyecto Victoria es el canal de la esperaza para los adictos.
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Pérdidos en mundo de las drogas, al borde de la muerte y de perderlo todo, son los relatos que la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus alcanzó con drogadictos que ya encontraron la ruta de la salvación.
Testimonios:
Felipe: “Me quise refugiar en las drogas y me equivoqué”
“Mi problema fue el consumo de alucinógenos y esto afecta mucho la percepción de la realidad y eso ya me tenía mal porque ya empezaba a ver cosas.
Yo entré a las drogas porque son muchas cosas, por ejemplo mi familia consumía, entonces quise probar hasta que toqué fondo. Me di cuenta de que esto era una adicción cuando empezó a afectar mis relaciones con mi familia, laborales y los estudios. Me comencé a desenfocar de mi trabajo y de mi familia. Comencé a consumir y a consumir y ya lo veía como una necesidad y comencé a empeñar mi teléfono y hasta a vender las cosas de mi casa para ir a consumir. Ahí fue cuando me di cuenta de que era un problema.
Sí, la verdad que robé cosas de mi casa: le agarré el teléfono a mi hermana y otras cosas más. Cuando yo llegué a Proyecto Victoria trataba de hacer algo porque sufría de mucha ansiedad. Me ponía a limpiar la cabaña donde dormía, me ponía a hacer ejercicio y trataba de pasar todo el día ocupado.
La verdad que aquí entre las terapias y el trabajo que ponen uno pasa muy ocupado. Yo tenía una relación indirecta con maras y pandillas porque le compraba a ellos. Con la MS-13 tuve problemas porque por el deseo de consumo me daban fiado y no tenía cómo pagar, entonces después me buscaban para pagar y yo huyendo.
Ahora en mi familia está súper alegres y me motivan a que siga buscando a Dios y que no vuelva atrás. Tengo 27 años y ya estoy seguro de que no volveré a consumir porque ya soy una nueva persona gracias a Proyecto Victoria”.
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Carlos: “En mi familia consumían, yo probé y toqué fondo”
“Mi infancia fue feliz. Era un niño muy feliz, hasta que me vine a Tegucigalpa porque comencé a consumir drogas. En un tiempo consumía drogas por incredulidad e ignorancia, pero ahora me siento feliz de haber conocido a Dios. Hace muchos años, cuando estuve preso en Támara, fui parte de la MS-13.
En ese tiempo presencié 35 asesinatos. Lo que más me duele es que tengo dos hijas y caí en la cocaína y el alcohol.Yo caí en esto porque mi exacompañante metió a su vida a otra persona. Lo bueno de esto es que no se me cruzó por la mente volver a la mara. El 17 de este mes cumple cinco meses y ya en el sexto salgo. No he sentido necesidad de tomar cerveza o consumir droga.
Ahora deseo un futuro mejor porque tengo dos niñas. Lo único que me queda es esforzarme, sacrificarme y tener un buen futuro para mis hijas. Una vez saliendo de Proyecto Victoria completamente rehabilitado, en cinco años me veo como un próspero, como un hombre renovado.
Pero aún me sigue doliendo que la mamá de mi hija se haya ido con otro hombre, pero a ella no le guardo rencor. Este tiempo que he estado aquí me ha servido para reflexionar y acercarme más a Dios. Él me ha ayudado a seguir creciendo y quitar las ganas de consumir drogas, como le digo: ni cervezas tomo.
También doy gracias a las personas de aquí adentro porque aquí le ayudan bastante a las personas y eso es bueno para las personas como yo que fallan en el camino y andan en malos pasos”.
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Edwin: “Formé parte de una mara en EE UU (...), me metió en esto”
“Yo estuve en Estados Unidos desde los dos años de edad y a los 25 me deportaron. Yo formé parte de una mara de allá durante 12 años y hubo ciertas cosas con la pandilla y tuve que estar dos años en prisión y mientras estaba adentro estuve activo con la pandilla hasta que me quitaron la residencia y me deportaron a Honduras. Yo estuve preso por posesión de droga, alcohol, violencia y lo último fue por un robo que cometí.
La pandilla me obligó a meterme a un negocio. Cuando llegué a Honduras caí en un consumo grave y aquí es otro ambiente y cultura diferente, venía más estresado de cumplir una sentencia y por eso caí en el consumo de la droga.
Estuve ocho meses en consumo de marihuana, ya en el octavo mes comencé a tocar fondo y por eso tomé la decisión de llegar a Proyecto Victoria con la ayuda de un primo que ya estaba en proceso de recuperación.
Él me habla del proyecto, pero yo no quise, pero como ya estaba muy mal decidí entrar. A veces siento que me dan ganas, pero estoy trabajando para pasar esto. Este es mi segundo proceso porque el 2018 hice mi primer proceso, pero recaí. Ahora ya me siento mejor y más en confianza de que no volveré a esos caminos”.
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