BERNA, SUIZA. Si bien, aún no se ha revelado la causa oficial sobre la muerte de Tina Turner, todo apunta a que sus problemas renales terminaron por mermar su salud hasta las últimas consecuencias.
Desde 1976, Turner había sido diagnosticada con hipertensión; las medicinas que tomaba para tratar esta afección dañaron mucho sus riñones, a tal grado que en 2016 necesitó de un trasplante donado por Erwin Bach, quien fuera su esposo desde 2013 hasta su último día.
El 14 de marzo de 2023, durante el día mundial del riñón, Tina compartió un emotivo mensaje donde confesaba que se había puesto en “grave peligro” al haberse negado a tener un tratamiento diario, lo que daba a entender que Turner ya estaba resignada a esperar lo peor debido a su condición y su avanzada edad.
De haber sido este el caso, todo parece indicar que Tina decidió vivir sus últimos meses de vida de la manera más agradable posible, pues en entrevista para el medio Daily Mail, varios de sus vecinos y conocidos contaron cómo fue que Tina pasó los meses previos a su muerte.
Tina Turner se mudó a Küsnacht, Suiza en 1995. Allí su pareja trabajaba dirigiendo las oficinas de EMI. Turner renunció a su pasaporte estadounidense y aprendió alemán para conseguir la ciudadanía suiza. Desde entonces, vivió cómodamente en un lujoso castillo valuado en 76 millones de dólares.
“Tina Turner venía a veces a la ciudad a hacer la compra. Tenía un mayordomo, pero le gustaba ir ella misma, con su marido Erwin”, declaró el carnicero local Benny Lang sobre los hábitos de Tina, quien a pesar de tener un extenso patrimonio, optaba por tener una vida sencilla. Eso sí, para la comida tenía gustos muy exquisitos, pues según Lang, uno de sus lugares favoritos era la Moreira Gourmet House, donde se abastecía constantemente de salmón ahumado y trufas blancas.
Turner pudo haber contratado un profesor de yoga y tomar sus clases en la comodidad de su hogar, pero prefirió tomar estas clases en el parque de Horn, a tan sólo unos minutos caminando de su propiedad. En este parque, a Tina también le gustaba sentarse junto al lago, siempre saludando a la gente que paseaba a sus perros.
Otro de los gustos que la cantante tenía era ir de compras, sobre todo en tiendas de diseñador. Una de las trabajadoras de su tienda favorita, Laredo, compartió cómo era atender a la Reina del Rock.
“La señora Turner entraba en la tienda. Era muy modesta. Venía con su marido Erwin. No era engreída. Yo le decía ‘Hola, Sra. Turner’ y ella me respondía ‘hola’. Le gustaban los zapatos. Aquí tenemos unos zapatos muy bonitos, de diseñadores italianos. Cuestan unos 1000 francos suizos (aproximadamente 1103 dólares). También vendemos ropa. Nuestros vestidos cuestan más o menos lo mismo. A la Sra. Turner le gustaba comprar estos. Y compró suéteres de cachemira para su marido Erwin”.
Y a pesar de tener una edad avanzada, Tina disfrutaba de estar tras el volante, por lo que muchas veces se le vio paseando por las calles de Küsnacht en su camioneta Porsche Cayenne en compañía de su inseparable Erwin.