Hasta hace cinco años atrás, muy pocos habían escuchado el nombre de Channing Tatum. Pero ya lo aprendimos a pronunciar bien (shenin’ teitum), después de haberse convertido en el actor que más películas protagonizó este año.
Además de la acción de Haywire y la comedia romántica The Vow o la versión en cine de la vieja serie de TV 21 Jump Street (donde había empezado Johnny Depp), Channing estuvo a punto de estrenar el mismo día en Estados Unidos, la superproducción de GI Joe y la película Magic Mike si no fuera que Paramount decidió suspender el primer estreno hasta el año próximo para agregarle efectos 3D.
Igual sigue firme con la película Magic Mike que más lo identifica, porque está basada en la parte de su vida con otro estilo de fama... de estríper. Será por eso que no tiene ningún problema en desnudarse delante del micrófono. Con palabras, claro.
¿Te sorprende haber conseguido en tan poco tiempo tantos admiradores y... admiradoras? Supongo que la respuesta es que siempre me sorprende, porque hago lo que me gusta sin tener control en que la gente también le guste mi trabajo... o no (risas). Yo trabajo porque lo disfruto. Pero claro, al final del día, todos queremos que la gente nos quiera. Si pienso en suicidarme, solo tengo que ir y leer los comentarios que publican en Internet. No soy una persona arrogante que se convirtió en actor por pensar que soy interesante ni pienso que todos deberían escucharme. No es lo que hago. Solo trato de hacer lo mejor, esperando que a la gente le guste. Y tampoco tiene que encantarle, con que guste un poco simplemente, me conformo.
¿Qué pasaría si borráramos los últimos cinco años de tu carrera?
¡Dios! Probablemente borraría también algunas malas críticas (risas). Seguramente tendría mucho menos. Pero con mi esposa (Jenna Dewan) ya llevamos siete años y medio de casados. Quiere decir que recién estaríamos saliendo de nuestro período de luna de miel en nuestra relación. Sería bueno.
¿Te gustaría borrar alguno de los trabajos que tuviste en el pasado? No, para nada. Yo no tuve ningún entrenamiento formal de actuación cuando entré en este mundo. El primer día en un estudio de cine, realmente fue mi primera clase de actuación. En cierta forma, todavía estoy en una escuela de cine, cada día que voy a trabajar. Es la verdad. No quiero olvidar todo el proceso de aprendizaje que viví.
¿Crees en el destino o la fe? Creo. No sé si creo en la fe como algo que ya está todo destinado, donde todo está decidido para nosotros, pero creo que los momentos o las decisiones que tomamos nos llevan a nuestro destino. Lo que queremos, lo que sabemos sobre la vida que queremos o necesitamos. Yo pienso que la vida tiene que ver con la gente que toma esas decisiones y aprende ciertas cosas, encontrándose eventualmente con las personas destinadas a conocer.
El destino de Channing Tatum comenzó el 26 de abril de 1980, cuando nació en una ciudad de Alabama con menos de 15,000 habitantes. Tenía seis años cuando la familia se mudó a orillas del río Misisipi y en la adolescencia estudió en Florida mientras se dedicaba al deporte y las artes marciales.
En West Virginia le ofrecieron una beca para jugar al fútbol americano en la universidad, pero él la rechazó porque ya en ese entonces tenía otro estilo de trabajo: era un bailarín erótico (sí, un estríper) que usaba el seudónimo Chan Crawford. En YouTube todavía figura el videoclip She Bangs de Ricky Martin donde Channing Tatum aparece bailando por un milisegundo (cobró 400 dólares por una semana de trabajo). Y como modelo también hizo publicidades de Pepsi y las marcas de ropa Emporio Armani y Abercrombie.
El primer trabajo como actor, surgió con un episodio de la serie de TV CSI Miami y fue ahí donde decidió cambiar su carrera. En el 2006 estuvo a punto de trabajar en la última película de X-Men, hasta que eliminaron su personaje de Gambit.
Pero igual terminó interpretando un bailarín de hip hop en la película Step Up que recaudó más de 100 millones de dólares. Claro que él ganó mucho más, cuando en ese mismo rodaje, tal cual como en la ficción, en la realidad también se enamoró de la actriz Jenna Dewan, para casarse en Malibú el 11 de julio del 2009. Tomándose la luna de miel con el cine, ese mismo año Channing tuvo el personaje del soldado Duke en la primera versión de GI Joe; The Rise of the Cobra y volvió con otro rol de soldado en la romántica Dear John. Por lo visto, está bastante acostumbrado a luchar, porque apareció en nuestra entrevista, con un ojo morado.
¿El ojo morado, tiene algo que ver también con el destino? (Risas). Sí, me metí en una pelea bien temprano por la mañana. Así empiezo mi día (más risas). No, lo que pasa es que recién vengo de filmar una escena que agregamos en la película Magic Mike y no tuve tiempo de sacarme el maquillaje porque salí corriendo del rodaje.
¿De verdad no hubo algo más? Debería armar una historia más divertida. A lo mejor, al final del día se me ocurre algo mejor (risas).
¿Hasta qué punto vive la misma acción del cine, en la realidad? ¿Alguna vez le pegó a alguien... fuera de un estudio de cine? Yo nunca llegué a pegarle a nadie, claro que no (ríe a carcajadas, demostrando que bromea).
¿Lo haría? ¿Si golpearía a alguien? Sí, seguro. La verdad, pegué bien un par de veces en mi vida.
¿Por una mujer? ¿Por una mujer? En defensa de mi mujer, pero no fue una pelea por ella, como si fuera una competencia donde si te pego la gano. Ojalá hubiera sido tan fácil.
¿Es una coincidencia que hayas estrenado cuatro películas casi al mismo tiempo? No. No tenía la menor intención de salir con tantas películas en un mismo año. De verdad, no era mi plan. El año pasado hice tres películas y son las que se estrenan este año. Haywire, por ejemplo la había hecho hace bastante tiempo. Y entre (Steven) Soderbergh y el estudio, también estuvieron peleando sobre la versión de la película Magic Mike que querían mostrar. Hubo ciertas diferencias creativas y perdimos la ventana para estrenarla antes, porque se hubiera perdido entre otras películas más grandes. Por eso decidieron aguantarla. Después hay otra película independiente, Ten Years, que tuvo un camino bastante interesante para vender y volvimos a perder la ventana de ese estreno. Todavía estamos viendo qué va a pasar con esa película.
¿Magic Mike y la segunda película de GI Joe estuvieron a punto de estrenarse el mismo día si no fuera que Paramount cambió de idea para estrenarla recién el año próximo con efectos 3D? Sí, pero yo no tuve nada que ver. Son decisiones del estudio. Cuando me enteré de que iba a estar en dos cines, al mismo tiempo, me pareció algo increíble.
Si hubiese pasado y tuvieras que elegir uno de los dos cines para ver una película primero, ¿cuál hubieras elegido? Obviamente, Magic Mike porque la escribimos, producimos y financiamos todo nosotros. Tengo que votar por Magic Mike.
¿De verdad? Sí, ahí puse mi corazón. De verdad. Es una película muy extraña que nunca antes vimos. Vas a ver cosas físicas que nunca antes viste, aunque es una simple historia. Es del estilo de ‘Fiebre de sábado por la noche’, sobre la vida de un estríper, pero no tiene nada que ver con mi vida real.
¿No trabajaste realmente de estríper, en la realidad? Sí, yo trabajé como estríper, pero no se trata de mi vida. Lo único que se parece a mí es que hay un jovencito de 19 años en la película que ni siquiera es el personaje principal, pero tiene una hermana y este joven empieza a trabajar como estríper por un tiempo, como yo.
¿La película también muestra bastantes desnudos? Es puro desnudos (risas). No hay nada frontal o algo parecido. Está todo filmado con buen gusto, creo. Dimos nuestra cuota justa para entretener. Se ven muchos hombres desnudos... de espaldas, pero tampoco bailan en un poste como las mujeres. Los estríperes hombres son muy diferentes. Hacemos ciertas rutinas de danza pero no nos agachamos para mostrar nada. No es como la mujer. Es todo completamente diferente.
¿Tienen que maquillarte por ‘todos’ lados, cuando apareces desnudo? Sí. Tengo la cola muy blanca así que por lo general tienen que tostarla un poco (ríe).
¿Si tuvieras que cambiar algo de tu cuerpo? Yo boxeo bastante y tengo los dientes un poco rotos. Pero ya los voy a arreglar cuando empeore demasiado.