Tegucigalpa, Honduras
La semilla del amor entre Marco Vinicio Padilla Morales y Andrea Rodríguez Álvarez floreció luego de más de una década de sincera amistad y un estable noviazgo sellados ante el altar de la parroquia San Ignacio de Loyola.
La novia llegó a la iglesia a bordo de un clásico modelo Ford e ingresó junto a su cortejo de damas, que incluyó la tierna participación de sus sobrinas Isabella y Arianna, con rótulos alusivos que anunciaban su entrada.
Andrea entró del brazo de su padre Reynaldo Rodríguez, quien enseguida le cedió el lugar a su ahora esposo para que luego, en nombre de Dios, el padre José Calderón les ministrara la bendición nupcial y los mejores deseos para su matrimonio.
Llenos de júbilo, los recién casados salieron del templo entre una ola de aplausos y ovaciones de sus invitados y minutos más tarde disfrutaron una elegante recepción en el hotel Marriott. París y Roma fueron los destinos escogidos por la pareja para disfrutar su luna de miel.