El día que vi Amores Perros me quedé con la sensación que debía regresar al cine mexicano. Un tal Alejandro González Iñárritu, apodado El Negro, apareción con un drama entrelazado donde narraba tres historias, tres vidas con una tragedia conjunta que se terminan uniendo por un amor y un perro.
Luego vino el salto y llegó 21 gramos en 2003 y posteriormente un bombazo: Babel (2006). El mexicano Iñárritu estaba en voga. Biutiful en 2010 nos trajo otra mirada del cine, loco, frenético. Divertido. Serio.
Luego el silencio atrapó por cuatro años al director hasta aparecer en 2014 con Birdman (The Unexpected Virtue of Ignorance). Oscar seguro. Y en 2015, Iñárritu parece venir más fuerte que nunca con The Revenant.
Es tanto la fuerza que cobró el mexicano durante ese 'silencio' que ha catapultado hoy más que nunca al actor Leonardo DiCaprio a la posibilidad más cercana, próxima y real de hacerse con la ansiada estatuilla tras varias nominaciones hasta ahora sin éxito.
La última película del director mexicano Alejandro González Iñárritu, El Renacido, ganó el Globo de Oro a Mejor película y Mejor director. 'Gracias a todos los nativos americanos que nos ayudaron a hacer esta película', dijo.
En entrevista con el argentino diario El Clarín, Iñárritu contó un poco de su actualidad: 'Bueno, tengo muchos amigos. Además, hay una relación a veces tensa o compleja entre lo que es uno como persona y lo que expresa como artista. Muchas veces hay una disonancia entre ambos aspectos. Yo no podría hacer obras tan oscuras o intensas si no tuviese una ligereza o no tuviese mucha luz. Yo tengo muy claras las cosas que me inquietan pero también hay algo de exorcismo en mi trabajo'.
Iñárritu podría ser el primer director en 75 años en ganador dos premios de la Academia, hecho logró en 1940 y 1941 John Ford.
