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Jude Law y su rol de abuelo en la película Dom Hemingway

Esta es la primera cinta independiente que protagoniza y que llega al Festival de Toronto.

02.02.2014

¿Cuántos de nosotros vamos al cine porque nos gusta un actor determinado?
Después de todo, es lo que diferencia una estrella de cine del resto. Y aunque nadie espera que uno de ellos aparezca fuera de la pantalla, en el mismo cine, Jude Law cumplió el sueño de sus admiradores, cuando en medio del Teatro Ryerson de Toronto apareció, al final de la función su nueva película, Don Hemingway, justo antes de nuestra entrevista.

¿Cómo fue que se te ocurrió sorprender al público al final de la función de tu nueva película Don Hemingway?. Estaba entusiasmadísimo con esta película independiente que está tan cerca de mi corazón.


Hace diez o doce años que vengo a Toronto con películas de diferentes tamaños y calidad (risas). Y fue muy emocionante ver tantos admiradores en la calle, gente tan apasionada por el cine.

Y es exactamente el lugar donde yo quería estrenar una película porque puede llegar a pasar desapercibido por el radar, una película de este tamaño que tiene que luchar frente a otras producciones 200 veces más grande.
Johnny Depp cuenta que nunca ve ninguna de sus películas.

¿En tu caso, te sentarías a ver tus viejas películas, una y otra vez?. Conozco muchos actores que no ven nada de lo que hacen y por lo general, yo solo veo mis películas una vez.

Después las dejo solas, me alejo por completo, pero a mí me gusta ver mi trabajo, porque siento que siempre hay una pieza perdida del rompecabezas y es bueno ver cómo salió todo. Esta fue la primera vez que vi mi película y pensaba sentarme solo por cinco minutos. Pero cuando estaba a punto de irme, me di cuenta que no la había visto nunca con público. Fue genial sentarme con gente, disfrutando la película, como tiene que ser.

¿Te gusta ver tu imagen enorme en una pantalla o ya te acostumbraste por completo?. Nunca es algo totalmente placentero verte en una pantalla gigante. Nunca, realmente... no puedo dejar de ver mis errores o cosas que pude haber hecho mejor.

Además, siempre tiendo a recordar lo que pasó en ese preciso momento que hacíamos la película, así que se torna más en un momento nostálgico donde pienso “Ah, sí, ese fue el día que estábamos haciendo eso...” o “sí, eran las cuatro de la madrugada y hacía demasiado frío”, pero nunca es la misma experiencia que al menos espero que tenga la gente que ve mis películas. Es una experiencia distinta. Pero esta vez, estar ahí hasta el final, con gente de verdad, fue como disfrutar el aplauso después de una obra de teatro.

¿Te sigue gustando más el cine que el teatro?. El cine y el teatro son muy diferentes. Solo se lo puede comparar con un músico que va de gira y toca en vivo, frente al público, disfrutando la reacción maravillosa que puede tener todas las noches con un grupo diferente, en un lugar diferente. Se crea una satisfacción increíblemente tóxica de esa relación donde el público se reúne en ese hechizo imaginario tan creativo.

Y el cine es como cuando un músico sale a crear un CD, tocando los instrumentos por separado, volviendo a agregar un poco de eco a ese trabajo técnico tan maravilloso. Por eso son tan diferentes, aunque los dos también matan de cansancio, por igual.

Con padres maestros de escuela, Maggie y Peter Law, son unos apasionados por la música, tanto que la canción de The Beatles, Hey Jude, tuvo mucho que ver con el nombre de Jude Law, cuando nació en Londres el 29 de diciembre de 1972. Y fue esa misma pasión artística familiar, que también influenció la decisión de Jude para trabajar en el National Youth Music Theater, cuando apenas tenía 12 años. A los 17, incluso dejó los estudios para protagonizar la telenovela Families.

Y el éxito lo impulsó hasta Broadway donde lo nominaron al premio Tony como Mejor actor de reparto, por la obra Indiscretions con Kathleen Turner.

“El Talentoso Sr. Ripley”, “Inteligencia Artificial”, “Camino a la perdición”, “Regreso a Cold Mountain”, Sherlock Holmes, Hugo, y Anna Karenina entre sus películas.

¿Qué hubieras perdido si borráramos los últimos doce años de tu vida?. Muchísima diversión y otras cosas no tan divertidas. Es una pregunta interesante, porque nunca pensé algo así... Si borraran doce años de mi vida, perdería
muchísimo: Decisiones enormes que me formaron y experiencias que también viví.

¿La actuación mejora con el paso del tiempo... como el vino?.
Sí, hoy disfruto mucho más mi trabajo. Los roles son más y más interesantes, mucho más exigentes. Todo depende, pero en mi caso, en los últimos tiempos tuve roles mucho más interesantes.

Entonces...
¿Cómo se siente aparecer como abuelo, por primera vez en el cine, con la película Don Hemingway?
. Ciertamente no tuve ningún problema en ese sentido... El hecho de que mi personaje haya tenido una relación tan problemática con su hija y su hija tampoco tenga demasiada diferencia de edad con él, además de tener un nieto de cuatro o cinco años era muy importante para la historia. Me encantó la idea.

¿Qué tan difícil es encender y apagar la energía que requiere una actuación?. Para mí no es nada difícil apagarla precisamente. Aprovecho toda la energía y tiendo a dormir bastante después que termino una película.

¿Y no cuesta para nada imponer la energía necesaria para un nuevo personaje?.
Supongo que no. Si te fijas cuando conoces una persona, todos tienen una energía particular, a lo mejor es interna o externa, energía agresiva, energía positiva o negativa. Y si puedo crear la energía apropiada para un personaje, trato de mantenerla solamente durante el período de tiempo que lo requiere. No soy de los que llevan el personaje a casa, pero disfruto la energía constante durante el tiempo del rodaje de una película. Y después voy apagándola durante un par de semanas, para recuperarme.

¿Después de haber trabajado con actores tan reconocidos como Paul Newman, Susan Sarandon, Tom Hanks, Keira Knightley o Nicole Kidman, es posible seguir aprendiendo algo nuevo con cada nueva película?.


Creo que se aprende algo nuevo con todos los actores con los que uno trabaja. Es una experiencia muy extraordinaria actuar con alguien. Y para los que nunca fueron actores, es difícil de explicar.

Es como bailar con alguien, donde no se puede bailar con mucha gente, pero es una experiencia muy íntima y siempre se aprende algo. Es una increíble experiencia de confianza, siempre impresiona, porque descubres algo de ellos que no lo hubieras visto con solo sentarte a tomar una taza de té.

Hay un intercambio extraordinario donde en el subconsciente a veces aprendes lo que quiere hacer y otras veces aprendes a hacer lo que nunca deberías volver a hacer.

La película Dom Hemingway lleva el nombre de un criminal experto en abrir cajas fuertes que sale de la cárcel después de cumplir una condena de doce años, con una comedia inusual donde Jude Law se luce al mejor nivel, marcando tal vez uno de los mejores personajes en su carrera.

¿Podemos hablar de la primera escena de la película donde tienes todo un monólogo sobre su más íntimo miembro masculino... en la cárcel?.
Sí, claro. Yo mismo sugerí que filmáramos esa misma escena, el primer día, entrando al estudio completamente desnudo. Y así lo hicimos (risas). Nunca antes había reído o impresionado tanto, con solo leer un guión.

Y en un mundo donde el contenido es tan infinito, supongo que me sorprendió que me impresionara o me diera tanta gracia como me dio, por lo bien escrito que estaba. Y te da inmediatamente el contraste de todo lo horrible y simpático de un hombre como mi personaje. Me gustó el desafío. Y quise filmarla primero que todo, para imponer cierto nivel para el resto de la película.

¿Hubo algo de improvisación?. Todo estaba en el guión. Algunos guiones están tan bien escritos que no necesitas cambiar nada. A veces, me la paso pensando todo el tiempo “¿de verdad tengo que decir esto?”, y esta vez dije exactamente lo que tenía que decir. Claro que hablamos un poco en el estudio, pero no cambiamos mas que alguna palabra.

Perdón por la insistencia, pero hay muchísimas vulgaridades en ese mismo monólogo, que también da una ¿?. Es que yo pienso que detrás de ese hombre tan terrible hay un poeta moderno. Tiene una habilidad maravillosa de generar ideas con insultos fantásticos, usando todo tipo de malas palabras. Pero hay cierta belleza en la forma en que las construye, es muy entretenido.


Así es él. Yo pienso que en algún momento de su vida, en el pasado, debió haber sido un gran actor, aunque desafortunadamente la vida lo llevó por otra dirección.

¿Qué tan cómodo es actuar en medio de tanto humor negro, sin generar do?.

El humor negro, en este caso, tiene que ver con la realidad de las aventuras y las situaciones que atraviesa Dom Hemingway y todos estos personajes.

Debe ser una de las pocas comedias donde más sentí que tenía que encontrar la raíz de la realidad, porque en las comedias se necesita ser mucho más real que en el drama o una tragedia, porque en la comedia es muy fácil quedar en ridículo.

Muchas veces nos reímos de cosas terribles que pasan en la vida, cuando alguien se cae por ejemplo. Nunca pensamos inmediatamente si se lastimó. Y con este personaje, sentí cómo ver a alguien que se cae constantemente o mostrar al menos cómo me caigo yo, constantemente (ríe). Fue un verdadero desafío.

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