Miami, Estados Unidos. Estaba claro que Nyad la nueva película de Netflix iba a ser un éxito.
Por un lado, la presencia de dos actrices de la talla de Annette Bening (nominada para cuatro Oscar) y Jodie Foster (ganadora de dos Oscar y nominada en otras dos ocasiones) garantizaba el interés del público en un argumento que, a pesar de estar a priori muy focalizado en Estados Unidos, al centrarse en la historia de superación de una deportista de edad avanzada ha llegado internacionalmente.
En el momento de escribir este artículo, Nyad figura entre las películas más populares de Netflix en Honduras. Puestos que ha conseguido tan solo tres días después de su estreno y con una tendencia a crecer en estos días. Es, desde luego, el triunfo de una historia extraordinaria de tenacidad y amistad.
Nyad nos presenta a Annette Bening en el papel de la nadadora de largas distancias Diana Nyad, que a sus 60 años y tres décadas después de abandonar el deporte profesional, se propone recuperar el reto que siempre se le resistió: hacer a nado (casi 180 km) la distancia entre Cuba y Florida.
Resuelta a ser la primera persona en hacer la travesía a nado sin la protección de una jaula contra tiburones, Diana se embarca en una emocionante aventura de cuatro años con su gran amiga y entrenadora Bonnie Stoll (Foster).
La verdadera historia de la travesía a nado de Diana Nyad se centra en narrar el titánico intento de la deportista de atravesar a nado los casi 180 km de distancia entre Cuba y Florida, reto denominado “el Everest de la natación”.
El desafío se le resistió, pues lo intentó por primera vez en 1978 a los 28 años, dos veces más en 2011 y finalmente lo logró en 2013 a los 64 años.
La película Nyad, primer largometraje de ficción de los directores de documentales Jimmy Chin y Elizabeth Chai Vasarhelyi se inspira en el libro de memorias Find a Way: One Untamed and Courageous Life, editado en inglés por Pan Books, en el que recuerda cómo fue el momento en el que completó la hazaña.
“Recuerdo salir y ver las caras de la multitud en la playa tan emocionadas. Después me di cuenta de que no estaban llorando porque alguien finalmente lo lograra o alguien estableciera algún récord deportivo. Lloraban porque veían a alguien que se negaba a rendirse. Y todo el mundo tiene experiencia en eso, ya sea luchando contra el cáncer o criando a un hijo difícil o lo que sea”.